¿Y ahora qué, Espanyol?
El balón corre ya sin objetivos reales en el Espanyol. Más deberán hacerlo las decisiones en los despachos. La planificación depende demasiado de terceros.
Celeridad. Los ‘tempos’ del Espanyol juegan en su contra. No está previsto un desenlace inmediato sobre la continuidad de Quique Sánchez Flores, a quien resta un año más de contrato, y habrá que esperar a final de temporada para saber qué sucede con Roberto Jiménez, que volverá si el Málaga desciende. Dos asuntos que son la punta del iceberg para apalabrar a un nuevo inquilino para el banquillo —Asier Garitano, el preferido, se puede decantar por el Athletic ante tanta incertidumbre— y la portería, donde han sondeado a Yoel Rodríguez (Eibar). Lo principal es que, hasta que no se solventen estos asuntos, no se conocerá el presupuesto para sus sucesores.
Venta(s) obligatorias(s). Es un secreto a voces, pues incluso aparece en la Memoria de la pasada Junta de Accionistas, que debe el Espanyol vender a jugadores por valor de 17 millones para cuadrar el balance. La marcha de Javi Fuego arregló una pequeña parte de la ecuación, pero este verano llegarán más traspasos. La gran cuestión es si bastará con Aarón Martín para alcanzar esa cantidad o habrá que preocuparse por activos como Gerard Moreno o David López.
Hipotecados. Hasta 17 jugadores de la actual plantilla (sin contar al citado Roberto) tienen contrato en vigor como mínimo hasta 2020. Un valor en muchos casos, e hipoteca en otro, no tanto en número de dorsales como, sobre todo, en la masa salarial. Pretende el Espanyol rebajarla —pendiente, entre otras cosas, de los ingresos televisivos que reporte la clasificación final—, pero no logrará sin desprenderse de las fichas de algunos jugadores que no cuentan. Será un proceso lento.
Cambio de paradigma. Ya se vio esta temporada, sin una inversión de Rastar en el último mercado de verano, que el Espanyol está encaminado a la autofinanciación. Y así seguirá siendo mientras haya que devolver —aun en condiciones favorables— los 70 millones de crédito a la propiedad del club. Por ello, los fichajes llegarán ya con una nueva política: bajos (o nulos) traspasos y salarios más bajos.
Filosofía. De esta situación en la caja fuerte se deduce, como ya explicó AS, que tratarán de evitar una indemnización para Quique. Un escenario que garantiza que el entrenador acabará la temporada, reforzada además con la filosofía serena de Chen Yansheng, que ya demostró a su llegada aguantando a Constantin Galca. No le sucederá al Espanyol como a todos los clubes que tiene por detrás en la tabla, que ya han destituido a uno o más entrenadores: Real Sociedad, Alavés, Levante, Las Palmas, Deportivo y Málaga.
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