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BARCELONA - ATHLETIC

Valverde contra Ziganda: un pulso de dos buenos amigos

Exleones, Cuco fracasa tras el legado de Txingurri. Ambos formaban la delantera durante dos años en el Athletic con Jupp Heynckes.

Actualizado a
Valverde y Ziganda, durante su etapa como entrenadores en Lezama.
Paulino Oribe / Diario As

Fueron los dos nombres propios de la delantera del Athletic en la primera etapa de Jupp Heynckes en Bilbao (1992-93 y 1993-94). “Era un equipo que estaba por hacerse, que se debía de rehacer del final de la plantilla ganadora de la Liga de 1983 y que estaba en época de transición”, repasa Eskurza, que fue compañero de ambos. Al final llegaron a coincidir cinco años, y entre los dos marcaron nada menos que 96 goles: 66 Ziganda y 30 Valverde. Durante ese ciclo y el posterior como entrenadores han labrado una amistad que quedará aparcada hoy por espacio de 90 minutos, para seguir fomentándola después.

Ziganda era un nueve clásico, un avispado rematador de área y un luchador con mucho gol. Txingurri era más habilidoso, generaba mucho juego. Esa sintonía se trasladó años después a los banquillos del Athletic, con Valverde en el primer equipo y Ziganda en el filial. Se propusieron hacer crecer buenos jugadores de la cantera que han sido muy importantes para el club. Durante las cuatro temporadas que coincidieron, en ocasiones formaron una comisión deportiva para programar la evolución de promesas como Arrizabalaga o Williams. Otro íntimo de ambos es Aspiazu, segundo de Ernesto y gran amigo tras coincidir como jugadores en el Sestao, una especie de confidente para el vestuario.

El presidente Josu Urrutia, compañero de ambos, prometió a Ziganda otorgar las riendas del primer equipo tras la era Bielsa pero se encontró con un Valverde a tiro en Valencia y tuvo que aplazar el aterrizaje de aquel.

Txingurri dejó tal recuerdo en Bilbao que se sabía que el que heredase su legado lo tendría muy complejo. A su vez, para el primero la misión de hacer olvidar a Bielsa no parecía sencilla, pero lo logró, por mucho que San Mamés coreó jamás su nombre, como sí ha ocurrido en El Pireo cuando dirigía al Olympiacos, o en el Camp Nou.

Todos palidecen en Bilbao ante la comparación con el entrenador que más partidos ha dirigido a los leones (306, frente a los 44 de Cuco). Eso sí, Ziganda asegura que ni le molesta ni le afecta que le puedan equiparar con su amigo. “Tiene mucho mérito, le ha dado su toque al Barça, el que todos reconocemos. Este año le ha dotado de una solidez defensiva”, sostiene.

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