Un árbitro alemán pierde la demanda por precariedad de su trabajo contra la federación
El Tribunal dio la razón a la Federación Alemana tras ser demandada por un árbitro que denunció condiciones de trabajo precarias y exigía cambiar su estatus de 'freelance'.
La Justicia alemana falló este jueves en contra del árbitro que había demandado a la Federación Alemana de Fútbol (DFB) por denunciar las condiciones de trabajo precarias y exigía cambiar su estatus de 'freelance' por el de trabajador contratado. En una sentencia firme, contra la que no cabe recurso, el Tribunal Superior de lo Social de Hesse, en el centro-oeste de Alemania, dio este jueves la razón a la DFB, zanjando un proceso que el ex colegiado Malte Dittrich había decidido judicializar en 2015.
"El acuerdo firmado entre la Federación Alemana de Fútbol y un árbitro de la primera, segunda o tercera división no constituye un contrato de trabajo sino simplemente un acuerdo marco", razonó el juez en su fallo. Esta es la segunda vez que el ex árbitro sufre un varapalo judicial, después de que hace casi año y medio el Juzgado Laboral de Fráncfort rechazase en primera instancia su demanda.
En 2006, Dittrich dio el salto al arbitraje profesional. Desde ese año hasta 2015 se mantuvo en la primera categoría, de la que forman parte colegiados que son elegidos con carácter anual por una comisión. Cada año, el demandante firmaba con la federación un acuerdo de colaboración y por su trabajo remitía a la DFB las facturas correspondientes.
En total, dirigió 64 partidos en la tercera división, actuó más de un centenar de partidos como juez de línea en la segunda división y hasta una veintena de veces como cuarto árbitro en la Bundesliga. La relación laboral entre ambos, no obstante, se cortó de manera abrupta. Dittrich recibió una carta en la que se le informaba, sin explicar los motivos, que la Federación ya no contaba más con sus servicios.
Su objetivo al acudir a los tribunales era que la Federación Alemana de Fútbol lo contratara y lo despidiera porque, en su opinión, el trabajo de árbitro cumple con los criterios necesarios para obtener el estatus de empleado. La denuncia presentada por Dittrich amenazaba con salirle muy cara a la Federación Alemana. En caso de perder el juicio, el organismo se habría visto obligado hacer cambios de calado en su sistema de contratación y le condenaría a contratar y a pagar la seguridad de los cerca de 100 hombres y mujeres que arbitran en las tres máximas categorías del fútbol alemán.