Eder, la pesadilla de Griezmann
El delantero del Lokomotiv fue el héroe de Portugal en la Eurocopa de Francia de 2016: entró en el minuto 78 y marcó en la prórroga el 1-0 que dejó a Les Bleus sin el título.
El año 2016 será inolvidable para Griezmann, el mejor de su carrera hasta ahora, pese a dos disgustos tremendos. Perdió la final de la Champions ante el Madrid y, seis semanas después, la de la Eurocopa. Esta final fue quizá más dolorosa, porque Francia jugaba en casa y, tras apear a Alemania en semis, se sabía favorita ante Portugal, que encima se quedó sin Cristiano nada más empezar el partido. Pero ganó Portugal en París (1-0) gracias a un héroe inesperado: Eder, hoy delantero del Lokomotiv. No será lo mismo, pero Grizi puede cobrarse una pequeña revancha...
En casi todos los clubes y selecciones hay un Eder, un jugador discutido por la afición, pero en quien el entrenador tiene una fe ciega. Tres goles en 26 partidos con Portugal no motivaban a los portugueses y él lo sabía, pero Fernando Santos lo incluyó en la lista. "Adelante, subestímenme", publicó el jugador, entonces en el Lille, en las redes sociales antes de comenzar el torneo. Jugó 6 minutos en el primer partido, 7 en el segundo... y nada más hasta la final. Con 0-0 en el cuarto de hora final, Santos lo vio claro: el ariete, de 1,88, al campo. El resto ya es historia. En la prórroga (109') soltó un derechazo cruzado imparable para Lloris. "Al final el patito feo ha paso a ser el cisne más bonito", ironizó Santos con la Eurocopa bajo el brazo.
'Todo va a ir bien', la historia de Ederbayor
Uno de los secretos de Ederbayor, que así se le empezó a conocer por su parecido con el exmadridista Adebayor, fue el trabajo de Susana Torres, su psicóloga personal que le acompañó también en la Eurocopa. Para ella fue el gol de París, como otros tantos que celebra poniéndose un guante blanco con la inscripción "Believe" (creer). Un par de meses después de la Eurocopa el ariete publicó el libro 'Todo va a ir bien', sobre el trabajo de Susana Torres y su superación personal desde que nació en Guinea Bissau (rechazó a su selección) en 1987, pasando por que se crio en un orfanato en Coimbra y que su padre mató a su madrastra cuando él tenía 12 años. Una vida difícil, enderezada por el fútbol y que tuvo su momento de gloria en París. Tras eso su rendimiento en el Lille bajó y el pasado verano saltó al Lokomotiv de Moscú, en el país donde Portugal buscará el Mundial en verano, pero esa historia parece lejana para él ya...