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GRECIA

Iván Savvidis, el millonario que es íntimo de Vladímir Putin

El exmilitar y político compró al PAOK hace seis años. Putin, amigo, le criticó por sus negocios en Grecia y le pidió invertir en Rusia.

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Iván Savvidis, el millonario que es íntimo de Vladímir Putin

Iván Ignátievich Savvidis es un hombre poderoso. Tan poderoso que lo es en los dos países en los que tiene nacionalidad. Íntimo amigo del presidente ruso Vladímir Putin y uno de los más importantes aliados del primer ministro griego Alexis Tsipras, no es una exageración afirmar que Iván Savvidis es uno de los hombres más poderosos de Rusia y de Grecia. ¿Pero qué hacía este empresario de éxito, exdiputado en el Parlamento Ruso y dueño de una de las mayores fortunas de la exrepública soviética armado, amenazando al árbitro del partido entre el PAOK y AEK?

La escena surrealista puede haber chocado al resto del mundo. Pero en Rusia, los que conocen su trayectoria, su historia y su personalidad no se han sorprendido. Nacido en una aldea del sur de Georgia, Savvidis es un hombre que se hizo a sí mismo durante la última década del régimen soviético, cuando ascendió de un simple obrero a vicepresidente de la Fábrica Estatal de Tabaco del Don (hoy privatizada y de su propiedad), en Rostov, dónde se instaló después de hacer el servicio militar en 1980. Cinco años después de encabezar la fábrica, en 1998, entró en la política y fue diputado durante más de 15 años. Paralelamente continuó desarrollando sus negocios. Y montó un imperio que incluyen bancos, medios de comunicación, industrias alimentarias y empresas agroindustriales. Es uno de los grandes patrocinadores de la Iglesia Ortodoxa y apasionado del fútbol.

Ha sido presidente del Rostov del 2002 al 2005, y logró llevar al club a la final de la Copa de Rusia 2003, cuando perdió ante el Spartak de Moscú. Fue también presidente del FK SKA Rostov del Don y llegó a proponer unir ambos clubes, pero el Gobierno rechazó su idea. De origen griego, sus generosas inversiones lo convirtieron en ciudadano honorífico de ese país. En 2012 compró el PAOK de Salónica, lo que ayudó a que obtuviera la nacionalidad griega un año después.

Su decidido apoyo a Tsipras en un momento de crisis política y la compra del puerto de Salónica en 2017 le pusieron en los titulares antes del escándalo del fin de semana pasado. Eso porque Putin le criticó por sus altas inversiones en Grecia (se estima que sea alrededor de los 300 millones de euros) y dijo que le gustaría que su amigo Savvidis volviera a invertir más en “su país de origen”.