El Chelsea y un gol con la mano hunden al Juvenil de Guti
El Madrid se despide de la Youth League en cuartos y a las puertas de la remontada. Cayó 2-4 pese a jugar 23' con superioridad numérica. El 1-2 fue del 'blue' Redan con la mano...
La Primera Youth League no llegara todavía a las vitrina del Real Madrid. El Juvenil blanco dirigido por Guti volvió a quedarse con la miel en los labios. Esta vez fue el Chelsea, el rey de esta competición. Pero el equipo blanco llegó a amagar con ponerles en jaque. Los chavales madridistas se adelantaron con un golazo de falta de Óscar y después, con el 2-3, los chavales madridistas dispusieron de 23 minutos más el descuento para encontrar un empate que nunca llegó. St Clair destrozó el esfuerzo blanco bajo un aguacero con un gol a la contra en el 95'...
Las cosas pudieron ser muy distintas para los pupilos de Guti. Tras ese tanto inicial de Óscar, McCormick empató rápido, pero aún más rápido llegó el 1-2 del holandés Redan... con el antebrazo. Daniel Siebert, el arbitro alemán, se señaló el pecho y echó a correr al círculo central. Un error que le pesó al Juvenil madridista. Aún más cuando Redan, esta vez sí de manera legal, subió al marcador el 1-3 a segundos del descanso.
Un golpetazo que pudo ser mayor pero Sterling falló en el área pequeña el 1-4 en el 56'; en la siguiente jugada, Ismael fue el más pillo tras un chutazo de Baeza a la escuadra y acortó distancias. La roja a Maddox por una patada brutal a Alberto en el 67' abrió un nuevo partido que el Juvenil blanco no supo aprovechar. El aguacero impedía su juego virtuoso y hacía que se agrandase Chalobah, el Pogba del Chelsea, un tormento para el Madrid y un jugador destinado a la élite.
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Con todo, Ismael tuvo dos para ser el héroe y levantar al abotargado público del Di Stéfano. La última, en el descuento, pero su cabezazo picado y eso que estaba solo se le fue manso a las manos de Cumming. Después, St Clair no perdonó.
Un chasco para el club blanco, al que se le resiste esta especie de Champions para futbolistas Sub-19, para Guti, que por segundo año consecutivo se va estando cerca del objetivo, y para una generación de chavales de La Fábrica para los que la gloria europea aún tendrá que esperar.
