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"¿Garitano? Su actitud diaria no nos dice nada de qué hará"

Bustinza regresa a Bilbao convertido en el defensa referente del Leganés. Analiza las opciones de Garitano para entrenar al Athletic.

"¿Garitano? Su actitud diaria no nos dice nada de qué hará"
JUAN AGUADO

Unai Bustinza habla con normalidad. Cuando a uno le rompen la nariz, se lo imagina con voz nasal. Con problemas para pronunciar. Con algo que denote que le han destrozado una parte de la cara. Pero no; Bustinza habla con normalidad. Con la misma normalidad con la que hace una semana se colocó los huesos rotos sobre el césped después de ver como un golpe con Ideye le dejaba sangrando y con la faz hecha trizas. Rutina del sacrificio (y del dolor) que este defensa bilbaíno de 26 años ha transformado en su sello. No hay lugar donde no sea capaz de meter la pierna, la cabeza o lo que se precie.

“Es un estilo”, cuenta quitándose importancia un puñado de días después de haber sido nombrado por segundo mes consecutivo mejor futbolista del mes en este Leganés que ahora lidera desde la zaga. A principios de temporada parecía impensable. Tras dos temporadas de juego y apariciones irregulares, se le señalaba como el quinto central o el tercer lateral derecho de la plantilla. Pero Garitano jamás le perdió la fe. Su trabajo y esfuerzo hizo el resto y ahora afronta la visita a San Mamés de mañana con máxima ilusión. La misma que le ha quitado a su entrenador la roja que vio contra el Málaga.

El de Bergara no podrá sentarse en el banquillo visitante, a metros del banquillo local en el que le colocan para la próxima temporada. ¿Bustinza sabe algo del tema? “No te puedo decir nada. No hemos apreciado nada en él que te pueda dar una señal de qué pasará”, dice antes de abrazar la teoría del propio Garitano sobre sus opciones de entrenar al Athletic. El técnico dice que le falta experiencia y éxitos. Bustinza asiente. “Parte de razón tiene. El Athletic siempre ha tenido entrenadores de mucho nombre, de gran trayectoria. Está claro que aunque Asier está haciendo nombre, no ha llegado aún al nivel de otros”, afirma.

Cuenta la leyenda que una vez no metió la pierna en un balón dividido…

(Risas) Yo meto siempre la pierna. El problema no es cuando meto la pierna, sino cuando meto la cabeza, que luego pasa lo que pasa [lo dice por su reciente fractura de nariz tras un codazo con Edeye]

Un día le va a costar caro, alguna lesión gorda.

No se me pasa por la cabeza. No sé si es inconsciencia, pero nunca me lo he planteado. Al final es mi forma de jugar. Un estilo. Por muchos golpes que me haya llevado, para nada he pensado en cambiar.

Cuente lo de la nariz rota contra el Málaga.

Edeye se intenta girar y me impacta con la mano en la nariz. Noté rápido el chasquido de que me la había roto. Cuando me llevé las manos a la nariz, ya noté que estaba torcida.

Y entonces decidió colocársela allí mismo.

A ver… es que no es la primera vez que me pasa. Vino Carlos, el fisio, a ver cómo lo tenía. Le dije “espera, espera”. Me la coloqué en su sitio.

Hasta parece fácil.

Sólo hay que empujar la nariz hacia el lado contrario al que se ha movido y apretar con fuerza. Así se lleva al sitio. Una vez lo haces, sigue sangrando, pero ya sólo hay que cortar la hemorragia, aunque esta vez me cambiaron.

Pero usted no siguió jugando. No podría seguir, lógico.

No, seguir podría haber seguido. El problema es que había mucha sangre. Y así no te dejan jugar. Es cierto que te pueden parar la hemorragia con algodón o con unos tapones nuevos que hay, que llevan una sustancia que te la corta.

El cambio lo decidió Jaime Pérez porque Garitano ya estaba expulsado. Si llega a estar Asier, que es vasco, usted sigue jugando como buen euskaldun…

(Risas) No, no. Asier quería que me cambiaran, pero porque estaba tardando en cortarme la hemorragia y necesitábamos tener dos centrales en el campo. Por eso decidió hacer al cambio cuanto antes.

Le han hecho una máscara para jugar en Bilbao.

Estoy en fase de probarla. Pero vamos, que si Asier decide que juegue, no me verás con ella. Eso sí, en condiciones de jugar estoy, eso seguro.

Con su pasado rojiblanco, como para perderse un partido en San Mamés.

¡En San Mamés y en cualquier campo! El futbolista nunca quiere perderse ningún partido, pero el de Bilbao es cierto que tiene una connotación especial. Es mi ciudad. Donde crecí. Es un sitio especial.

¿Un león siempre sueña con regresar al Athletic?

Cuando sales de allí lo que te das cuenta es que lo idílico de Bilbao, que todos los compañeros sean de unos pocos kilómetros a la redonda, que estés en una cantera que da opciones de llegar al primer equipo… eso cambia fuera. Te conviertas un poco más en un trabajador de este deporte. Está claro que siempre el Athletic tiene un sitio especial en mi corazón porque apostaron por mí para ser el jugador que hoy soy. Pero más allá de eso, volver o no, depende de tantos factores, no es algo que me ronde la cabeza todo el día. Ni mucho menos. Es una opción más, siempre con esa connotación especial, pero no más allá de eso.

¿Ve factible volver?

Hoy por hoy estoy muy contento aquí. Jugar y sentirte bien te da mucho. Cuando haces bien tu trabajo vienen siempre cosas buenas. Bien en Leganés, con renovaciones, bien con ofertas de fuera… al final es una opción más, pero no es algo en lo que esté obsesionado. No es el único sitio donde se puede estar muy bien.

Acaba de decir “renovaciones”. Su contrato termina en 2019. ¿Nos está adelantando una primicia?

No, no. Estoy tranquilo. Me queda otro año. Estoy muy contento aquí. Ahora mismo no pienso en otra cosa que jugar porque eso es lo que te permite que, cuando acabe, si el club lo cree oportuno, tener opciones de seguir, o de ir a otro sitio, sea Bilbao u otro destino.

Quizá ahora sea el mejor momento de su carrera.

Me encuentro bien. Estoy demostrando eso que hace tiempo que no conseguía mostrar. Sensaciones que siempre tuve en las categorías inferiores salvo en Segunda, donde no pude demostrarlo, y en Primer, tanto el año que estuve en el Athletic como aquí en el Lega. El trabajo y la paciencia hacen que te lleguen buenos momentos. Sí… quizá estoy viviendo uno de mis mejores momentos.

Le han nombrado dos veces consecutivas mejor jugador del mes en el Lega. Debe de haber mucho vacile en el vestuario…

Sí, sí… Pero vacilan a todos. Siempre cuando te dan uno de esos premios empiezan a decir que si el fútbol está muy mal para que se lo den al premiado. Yo les he dicho que ya era hora. Que se ve que Butarque está aprendiendo un montón de fútbol. Siempre hay coñas sanas. Hay un gran ambiente y eso ayuda a que las cosas vayan bien.

¿Está el Leganés salvado virtualmente?

Creemos que no. No nos permite Asier pensarlo. Ya dijo aquello de que al bajar la montaña es cuando los montañeros se matan. Tenemos claro que hay que seguir apretando. Trabajando. Si las cosas se complican, no vale apretar en el último momento. Muchos equipos cuando hacen eso, ya es tarde. Por eso hay que apretar hasta que sea matemático.

Quizá por eso es clave ganar en San Mamés.

La victoria ante el Málaga nos dio mucha confianza para ir a San Mamés. En la tabla están en una posición parecida. Nos lo tomaremos como un partido vital.

Garitano no se podrá sentar en el banquillo, sancionado. Usted que lo conoce, será muy doloroso para él por su pasado en el Athletic.

Las sanciones siempre son duras. Imagino que en esta ocasión, el hecho de haber estado en las inferiores del Athletic. Tener muchos amigos y recuerdos allí… ver el partido desde fuera, con los nervios y demás, sí… será duro.

Por Leganés empieza a dársele por perdido para la temporada que viene.

Uffff… no sé, no sé. No te puedo decir nada. No hemos apreciado nada en él que te pueda dar una señal de qué pasará. Afronta cada partido como si fuera el último.

En Bilbao siempre suena como posible futuro entrenador, pero dice Garitano que para eso hace falta más que haber entrenado un rato en primera como ha hecho él.

Parte de razón tiene. El Athletic siempre ha tenido entrenadores de mucho nombre, de gran trayectoria. Se me viene a la cabeza Heynckes, Luis Fernández, Bielsa, Valverde… entrenadores que han hecho cosas grandes. Eso genera ilusión y respeto en todo lo que rodea al Athletic. Al final entrenadores hay un montón y el club últimamente no tiene esa filosofía de que sean sólo vascos… está claro que, aunque Asier está haciendo nombre, no ha llegado aún al nivel de otros.

En ese sentido usted tendrá el corazón partido. Si Garitano va a Bilbao sería porque se marcha Ziganda, su exentrenador en el Bilbao Athletic.

Ya lo he dicho varias veces. Con Cuco tuve tres años en el filial realmente buenos. Muchos de los jugadores que estuvimos con él llegamos a Primera vía Athletic o con otros equipos. Está claro que para que uno llegase a Bilbao [por Garitano], otro tendría que marchar [por Ziganda]. Yo siempre digo que en el fútbol, o te vas, o te echan. A veces el trabajo no lleva acompasado buenos resultados. Es difícil.

¿Tiene el Athletic que renovarse? Hay un periodo de dudas que quizá necesita esperar a una nueva camada.

Nueva camada ya la hay. Muchos jugadores jóvenes han llegado ahora. También es verdad que hay veteranos que parece que están cerca de retirarse. En el Athletic es complicado, hay que darle forma. Pero uno de los puntos fuertes del Athletic es que se mantiene casi todo el grupo y eso te permite conocerte mucho, ir evolucionando al lado del otro. Te fortalece. El Athletic sólo necesita algo de tiempo.

Eraso, Herrerín, usted… Butarque a los ex del Athletic parece que les sienta bien.

Sí, yo siempre he dicho. Una de las cosas buenas del Leganés es que le da importancia al vestuario. Se asemeja a lo que te encuentras en Bilbao. Diferente, pero muy familiar. Eso te ayuda a sentirte muy cómodo, a explotar lo que tienes dentro, eso que no has podido demostrar en Bilbao.