Inglaterra rompe con Rusia 2018 por el envenenamiento de un 'Bobby'

Inglaterra está resuelta a pedir la renuncia en bloque al Mundial de Rusia. Theresa May está dispuesta a pedir un boicot a la Copa del Mundo por el envenenamiento en Londres del espía Sergey Skripal y su hija Yulia y del policía Nick Bailey, que se contaminó con el agente nervioso al llegar a la escena del crimen. Skripal y su hija están en coma y los médicos dudan de que puedan salvarles la vida, mientras que Bailey puede hablar, pero los doctorores no saben qué consecuencias tendrá el veneno en su cuerpo.

Scotland Yard trata de comprobar si hay relación directa entre el Gobierno ruso y los envenenamientos. La presión es alta en la Cámara de los Comunes. Los diputados británicos están encendidos. "Los ministros deben estar pensando cuándo van a llamar al embajador ruso ahora. Preguntas que podrían ser prematuras ya no lo son. ¿Cómo llegó este gas nervioso al país? ¿Llegó en una valija diplomática? ¿Podemos estar seguros de que no ha quedado nada más?”, se preguntó el laborista Chris Bryant. La ministra de Interior inglesa, Ambar Rudd quiere tener “pruebas y evidencias” para una “robusta respuesta". Pero todo apunta a Rusia y los británicos incluso se plantean expulsar al embajador de Putin.

Mientras, en la FIFA están inquietadísimos. Esta nueva y grave crísis se suma a la que ya lidian en Oriente Medio por el bloque a Qatar de sus vecinos, entre otros Arabia Saudí y Emiratos Árabes. "Las dudas que sobrevolaron la elección de las sedes para los Mundiales de 2018 y 2022 se han convertido en serios problemas por cuestiones políticas", dicen en la organización.