Indignación en Rusia por la matanza de animales
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Políticos, activistas y ciudadanos han dicho “¡basta!” a la matanza indiscriminada de animales callejeros. Varios sitios web se han hecho eco de que en las ciudades sede del Mundial 2018 eliminan manadas de perros con métodos poco ortodoxos, que incluyen escopetas de aire comprimido.
Hace semanas, el viceprimer ministro de Rusia, Vitali Mutkó, estimó que en su país había cerca de dos millones de animales callejeros y alertó que había que resolver ese problema de forma integral. Sin embargo, parece que en ciertas ciudades han optado por la ley de la jungla.
Diversos medios occidentales, sobre todo británicos, acusaron a Rusia de montar “escuadrones del KGB” para abatir animales —perros, en su mayoría— y varias organizaciones han elevado sus quejas y recogen firmas para que se cancelen esos planes adoptados en algunas ciudades.
Por ejemplo, Change.org ha lanzado una campaña en las redes sociales bajo el nombre “Bloody FIFA 2018”, en la que pide al Kremlin que desarrolle un plan integral y reasigne los fondos presupuestados para la captura y eliminación de animales.
Según esa ONG, se han otorgado cerca de dos millones de dólares para eutanasias o venenos y ese dinero debería servir para colaborar con las organizaciones de voluntarios y crear “refugios temporales y permanentes” que permitan otorgar un trato digno a los animales por parte de aquellos que los aman y “realmente quieren y pueden ayudar”.
El revuelo ha llegado hasta las esferas políticas. Vladímir Burmátov, jefe del Comité de Protección Ambiental de la Cámara Baja rusa, aseguró que había enviado una carta oficial al ministro de deportes, Pável Kolobkov, donde advertía sobre esas prácticas y solicitaba una solución inmediata, porque “la reputación de nuestro país está en juego” y los rusos no son “salvajes que realizan asesinatos masivos de animales en las calles, arrojando sus cuerpos ensangrentados en furgonetas y conduciéndolos por la ciudad”.
A menos de 100 días para la cita, la polémica sigue en todo lo alto. Tanto las agrupaciones de activistas como muchos ciudadanos están en pie de guerra para acabar con este exterminio, mientras que la autoridades rusas ya han ordenado que cese de inmediato.
Pese a que se trabaja en un sistema óptimo de refugio, alimentos y apoyo médico para animales sin hogar, a Rusia aún le queda un largo camino para paliar este problema que tienen no solo las ciudades que albergarán partidos, sino muchos otros lugares que solo disfrutarán del Mundial por televisión.