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O. MARSELLA 3 - ATHLETIC 1

El Athletic traslada a Europa el bochorno de la Liga

Dio todas las facilidades posibles en defensa a un Marsella que esperó sus errores, y maquilló el bochorno tras un penalti inexistente.

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El Athletic traslada a Europa el bochorno de la Liga

El Athletic ya no tiene ni la coartada europea para endulzar esta amargura de temporada. En un despropósito absoluto desde el primer minuto, entregó media eliminatoria ante un Marsella que simplemente se limitó a aprovechar los regalos y la escasa contundencia defensiva de los leones. La propuesta bilbaína fue lamentable, allí había un fantasma, un equipo entregado, sin nervio. Está el cuadro de Ziganda en la Liga en estado ruinoso y quiso que todo el continente fuera partícipe de ello. Por eso a los 45 segundos decidió dimitir. Y un desastre tan grosero casi coincidente con el saque inicial ya no puede ser error del entrenador. Así que cada uno apechugue con sus miserias. Un error en cadena en defensa iniciado por Etxeita, desembocó en una pared entre Maxime López (vaya jugador) y Thauvin para que remachara Ocampos. De Marcos se puso a pedir fuera de juego en lugar de cumplir sus obligaciones profesionales. Instalado en el sonrojo, el equipo no tuvo problemas para consentir el segundo gol en el minuto 13, con otra cantada de Etxeita por falta de contundencia defensiva. La cortesía la agradeció Payet, que hizo lo que quiso por medio mientras el argentino Ocampos percutía por el costado izquierdo.

Tuvo un amago el equipo rojiblanco de reacción, con un balón profundo a Aduriz que sacó Mandanda con el pie. El partido cayó en la apatía. El OM interiorizó que la eliminatoria se sacaba por deméritos de los de enfrente. Pero el pulso se despertó con una jugada en la que al Athletic se le apareció a Virgen de Begoña: Rami se giró en un disparo enemigo y el balón le golpeó en el codo, que lo tenía pegado al cuerpo, y encima estaba girado. El árbitro no vio nada pero el auxiliar de fondo le confundió. Penalti protestado con razón que convirtió Aduriz con un leve ‘Panenka’. Central y delantero, dos antiguos camaradas en Mestalla en la campaña 2011-12, sonreían poco después tras la miopía del auxiliar, aunque Aritz trataba de explicar que algo hubo allí.

Esa historia estaba vista. Un Athletic almibarado, hasta empalagoso de puro dulzón que era para el enemigo, obtenía un botín muy por encima de sus méritos. Pero el juez del fútbol condenó esta vez el amiguismo de la línea defensiva con los atacantes marselleses. Thauvin continuó con el estropicio cediendo a Ocampos, otra vez en fuga con un De Marcos desconocido, para hacer el 3-1. La trama circulaba en torno a López, Luiz Gustavo, Payet y las alas de Thauvin y Ocampos. Ziganda movió la coctelera sacando a un Balenziaga sin ritmo, Susaeta y Raúl y dando paso a Lekue, Vesga y Córdoba. Saltaron para completar un grupo que parecía dar por bueno 3-1, aunque estuvo a punto de consentir otro gol. Bilbao deberá rezar por un milagro. El chiste sin gracia de hoy sale fácil: el estadio del Marsella fue un 'Velo-drama' para los leones.