Barcelona: de la élite continental a la gran decepción

Barcelona de Guayaquil ha caído eliminado a las primeras de cambio en la Copa Sudamericana a manos de General Díaz, un modesto equipo paraguayo que ha sido un duro rival, que ha sabido anular el ofuscado potencial ofensivo de los hombres de Almada y que ha sido efectivo en sus remates.

El cuadro ecuatoriano hace apenas unos meses se paseaba por el continente con buen juego y excelentes resultados. Fue una de las sensaciones en la fase de grupos de la Copa  Libertadores y en octavos de final eliminó a Palmeiras, uno de los grandes candidatos al título. Luego batió a Santos y solo Gremio, campeón más tarde, lo pudo frenar.

Ahora la situación es bien distinta para Barcelona. Con la marcha de Álvez el equipo ha quedado muy disminuido en ataque y tiene enormes problemas para ver puerta. En los cuatro últimos partidos sólo ha marcado dos tantos y el convertido por Dinenno en Luque no ha servido de nada.

La verticalidad que mostraba el equipo por los costados y las llegadas desde segunda línea han desaparecido por completo y una figura indispensable como Damián Díaz ha empezado el año a un nivel realmente bajo. Sin su frescura de piernas y de mente se pierde mucha creatividad y el equipo lo paga con un ritmo lento que no es capaz de sorprender a los sistemas defensivos rivales.

Sin competición continental, solo queda centrarse en el torneo local con la obligación de mantenerse en los puestos más altos para regresar a la Copa Libertadores en el 2019.