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CÁDIZ

Salvi: "Estoy deseando conseguir los 50 puntos y pelear por algo más"

El extremo derecho del Cádiz habló con AS: "Me siento un jugador importante, tanto en el club como en el vestuario. Un jugador querido por toda la afición cadista".

Actualizado a
Salvi, jugador del Cádiz.
Álvaro Rivero

Uno de los jugadores fundamentales del esquema de Álvaro Cervera, el extremo derecho Salvi Sánchez (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 30 de marzo de 1991), atiende al Diario AS para hacer un breve repaso a su trayectoria profesional y, también, valorar el estado de forma del Cádiz de cara al tramo final de temporada.

Salvi, parece que los 50 puntos se están resistiendo.

Nosotros tenemos ese objetivo claro que es alcanzar cuanto antes los 50 puntos. Fue una pena no conseguirlo el sábado por el esfuerzo que hizo el equipo, por la manera en la que jugamos, por crear tantas ocasiones y no materializar ninguna. Esto es fútbol. Fue una pena no haber conseguido los 50 puntos con todas las cosas que habían pasado ajenas al club y queríamos dar un día de felicidad al componente de Brigadas por el tema del cáncer y por el chaval de Rota que falleció. La vida sigue, tenemos ganas de levantarnos y pelear en un campo de Primera por ganar el sábado.

¿Qué cree que le falta al equipo?

Faltar no le falta nada, el equipo está haciendo un temporadón. Es el mismo equipo que se llevó tantos partidos sin recibir un gol hace unos meses, el fútbol va por rachas. Hay veces que te entra la pelota sin querer y hay otras que tienes que hacer muchas cosas para poder ganar.

Ante el Lorca, se vio al equipo hacer cosas que no solía hacer, como tener la posesión.

Hicimos todo lo posible por ganar. Hicimos un buen partido, pero la pelota no quiso entrar, ese fue el único inconveniente, que no entró la pelota. Hay que seguir currando, tenemos un punto más, seguimos sin perder en casa y toca ya pensar en el siguiente partido. A toro pasado poco se puede hacer.

¿Cómo se encuentra personalmente?

Me encuentro bastante bien. Soy feliz en el Cádiz, en Cádiz, me encuentro muy bien aquí, me siento importante en el club, estoy cómodo con todos mis compañeros. Soy feliz. Estoy deseando conseguir ya los 50 puntos para ponernos otras metas.

Y, ¿físicamente?

Salvi, jugador del Cádiz.
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Salvi, jugador del Cádiz.Álvaro Rivero

Sufrí un pisotón en el quinto metatarsiano. Intenté ponerme la bota para entrenar, pero todavía lo tengo un poco inflamado. No va a ser un inconveniente para llegar al fin de semana.

¿Se siente indiscutible en el equipo?

Indiscutible no hay nadie en el mundo, bueno sí, Messi. Messi es indiscutible. Por calidad, por lo que genera en el campo, es el mayor futbolista que ha dado el mundo del fútbol y no habrá otro como él, pienso yo. En nuestra plantilla hay gente que puede hacer lo mismo que pueda hacer yo, también los hay diferentes, que pueden cambiar la zona y ofrecer otras cosas. Me siento importante, pero sabiendo que hay jugadores que lo hacen bien en los entrenamientos, que luchan, bregan, que tienen pocos minutos y los intentarán aprovechar. Hay que valorar eso para yo subir el nivel y poder dar un buen nivel cada fin de semana.

Si le dicen hace diez años que iba a estar como está ahora, ¿se lo creería?

Hace diez años, con 16, fue mi debut en Tercera División con el Sanluqueño. Debuté con Moreno Rosillo. Fui convocado en un partido en Puerto Real pero no jugué, y debuté en Sanlúcar, no recuerdo el rival. A partir de ahí tuve la ilusión de un niño de aspirar a lo máximo, de jugar en Primera División. Siempre fue mi sueño y siempre di pasos hacia adelante. Hace diez años no me habría imaginado estar como estoy en Segunda y ser el jugador que soy.

En 2009 entra a formar parte de la cantera del Sevilla, ¿qué recuerdos guarda?

Fue una etapa feliz, diferente a todo lo que había vivido. De la cantera del Atlético Sanluqueño pasé a la cantera de un club como el Sevilla. Había una exigencia brutal, jugadores del mismo nivel, todos eran buenos. Me sirvió para empezar a adaptarme a otra vida, a vivir solo, fuera de la familia. Estaba a una hora de casa, pero con aquella edad, sin carnet de coche, tenías que coger el autobús, que se comía todos los pueblos y eran dos horas y media por lo menos. Son etapas de la vida que las he ido pasando y contento por ello.

¿Tuvo algún referente en sus inicios?

Joaquín Sánchez. Cuando yo tenía 16-17 estaba también en el Betis en Primera y era un espectáculo. Para mí fue un referente. Ha sido de los interiores en los que siempre me he fijado. Jugador de uno contra uno que siempre sacaba cosas positivas, con gol. Era rápido y sigue siéndolo, porque se pega carreras en el 90 que es para tenerlas en cuenta. Demuestra que la juventud está en la mente y en las ganas de disfrutar de este deporte.

En 2012 vuelve a casa, al Atlético Sanluqueño.

Fue un paso difícil porque tenía contrato en vigor en Sevilla, tenía un año más y dependiendo de lo que pasara tenía renovación de contrato. Mi mujer quedó embarazada y decidimos que era mejor fichar por el Atlético Sanluqueño, que había subido a Segunda B. Yo no había competido realmente en esta categoría, había jugado mucho en Tercera y decidí no mirar por el dinero, mirar por jugar en Segunda B y ver si estaba capacitado para afrontar un reto como este. A día de hoy estoy feliz de haber tomado esa decisión, tanto yo como mi mujer.

Y en 2014 da otro paso firmando por el Villanovense, también de Segunda B.

Fue otra decisión difícil que tomé con mi mujer, que casi todas las decisiones difíciles las intento tomar con ella, que es mi familia ya porque llevamos 11 años juntos, y siempre va a mirar por mí y los niños. El Sanluqueño es un club histórico, pero con la crisis que había el tema de pagar estaba complicado. Yo tenía un niño y el primer año tuve que irme a trabajar a la obra. El segundo año seguía igual. Necesitaba darle una mejor calidad de vida a mi niño, que casi ni veía. Entraba a trabajar a las siete de la mañana, acababa de entrenar a las nueve de la tarde, estaba con él un rato entre semana y los fines de semana. Quería disfrutar más de mi familia. Decidí irme del Sanluqueño y firmar por el Villanovense, que no sabía nada de ellos, pero me encontré un club muy familiar, acogedor y pagador al día. No me faltó nada, desde la casa a todo. Me quedé sorprendido porque no lo conocía y terminamos haciendo un buen plantel.

Incluso llegaron a jugar playoff de ascenso a Segunda.

Exacto, jugamos el playoff para ascender a Segunda y no subimos porque la suerte no estaba para nosotros ese año. En casa ganamos al Bilbao Athletic (2-1) y allí en el 58 nos expulsaron a Tapia por doble amarilla que ni siquiera lo toca. Nos quedamos con uno menos y hasta el 86 que Iturraspe mete no nos ganan la eliminatoria. El equipo dio la cara y fue el Bilbao Athletic quien terminó ascendiendo, precisamente contra el Cádiz. Las cosas de la vida.

Volviendo al tema de la obra, ¿cómo fue esa experiencia para usted?

Estuve dos años trabajando de albañil. Entraba a trabajar a las siete de la mañana, salía a las cinco de la tarde. Me iba del Puerto de Santa María, llegaba a Sanlúcar, entrenaba a las seis y media, terminaba a las nueve, me duchaba y me iba para casa de mi mujer. Todavía ni vivía con mi mujer y mi hijo, cada uno vivíamos con nuestros padres, hasta que suena el teléfono y me voy a Villanueva de la Serena.

Gran cambio en su vida en muy poco tiempo, teniendo en cuenta que en 2015 firma por el Cádiz.

Fue un cambio bastante grande. Firmé con la ilusión de un niño porque aquí teníamos que subir sí o sí, era obligatorio. Por presupuesto, por historia, por masa social. El primer año llegué aquí, firmé, ascendimos y contento por ello.

Además, coincidió con Kike Márquez, que fue compañero suyo en el Sanluqueño y Dani Güiza, que vive allí en Sanlúcar.

Teníamos un coche bueno, Kike Márquez, Güiza y yo veníamos juntos todos los días desde Sanlúcar y todo se hacía mucho más ameno con ellos.

Consiguió ascender con el Cádiz en Alicante, ¿qué supuso la experiencia para usted?

Deportivamente es lo más bonito que he vivido hasta el día de hoy. Creo que será difícil volver a sentirme igual, al menos que subamos a Primera. No he ganado una Champions, una Liga de Primera División, tampoco una Copa del Rey, pero esa ilusión de niño de sentirse tan importante por ganar algo la pude cumplir. Disfruté muchísimo.

¿Qué ha aprendido en estos tres años que lleva en el Cádiz?

He aprendido mucho. El saber estar en muchos sitios, saber comportarse tanto en el terreno de juego como fuera porque hay mil niños que te ven y aunque parezca mentira eres ejemplo para muchos de ellos. Hay que cuidar los detalles que se puedan malinterpretar y eso lo he aprendido aquí. También es importante comportarse en el campo con el árbitro, los rivales, tanto para mí como los demás y los niños que te ven por la tele. Es bueno que vean que tu comportamiento es ejemplar, que no protestas tanto. No quiero que digan “mira mi hijo que se portó igual de mal que Salvi en la época aquella”. También he aprendido a ponerme un plus en lo deportivo, aspirar siempre a más. Trabajar mucho más. Si antes trabajaba cinco para llegar a diez, ahora tengo que trabajar siete para llegar a once, creo que esa es la mentalidad de estar en Cádiz. Mejorar día a día.

En la otra banda tiene a Álvaro García desde hace tres años, ¿cómo es su relación con él?

Nos llevamos muy bien, estamos sentados en el mismo sitio en el vestuario. El día a día sigue igual. Congeniamos en el campo y fuera de él. Es verdad que no nos vamos a comer siempre juntos porque tengo dos niños y sacarlos con el frío que hace no es bueno, que se ponen malos y luego me ponen malo a mí (risas). Somos jugadores rapidísimos, llegamos rápido al área, sabemos dónde estamos cada uno en el área y nos buscamos, aunque no siempre nos lleguen los pases. Congeniamos bastante bien.

Además, comparten experiencias similares, ambos han recibido ofertas de otros equipos en este tiempo.

Eso es fruto del trabajo del día a día y del año que hicimos. Hay que seguir en la misma línea, el trabajo que hacemos para aspirar siempre a más, tanto en Cádiz como fuera. Hoy día en el fútbol no se sabe, llega cualquiera que se encapricha en ti, paga la cláusula y te tienes que ir. Hay que trabajar para aspirar a lo máximo con el Cádiz y si viene un equipo pagándola tampoco puedes hacer mucho.

Una cláusula que, en su caso, es de 8 millones en Segunda y 15 en Primera…

Yo ni lo sé, ni lo miro. La verdad es que no me parto la cabeza por saber cuánto valgo ni cuánto no valgo. El que pone a cada uno en su sitio es el verde, ese es quien te pone el precio.

¿Cómo se encuentra a nivel de club?

Me siento un jugador importante, tanto en el club como en el vestuario. Un jugador querido por toda la afición cadista y yo estoy muy contento.

¿Un sueño que cumplir?

Lo he dicho siempre bastante claro, el sueño mío sería jugar en Primera División con el Cádiz. Mi sueño futbolístico es jugar en Primera División.

Para acabar, llegó a decir en rueda de prensa que, si Álvaro García se iba en invierno y el Cádiz subía, tendría una espinita que nunca podría quitarse, ¿y ahora qué?

Pues así es el fútbol. Vamos a trabajar bien fuerte esta semana para alcanzar los 50 puntos y ponernos cuanto antes un nuevo objetivo. Estamos capacitados para ello y tenemos ganas de hacer algo bonito. Esto es muy largo, queda mucho. Intentaremos hacer el máximo de puntos posibles.

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