Iribar: "Tuve una oferta del Real Madrid, pero le dije al presidente: 'ni lo muevas'"
El mítico portero, que el jueves cumple 75 años, repasa su trayectoria en una entrevista con Efe en la que reconoce que el Madrid quiso ficharlo.
José Angel Iribar, legendario ex portero internacional del Athletic, cumple 75 años el próximo 1 de marzo. Iribar, en una amplia entrevista con la Agencia EFE, repasa su exitosa vida deportiva en Lezama, delante del arco del viejo San Mamés, icono de grandes tardes de fútbol. El Athletic es su casa. Es su vida.
Iribar llegó con 19 años al Athletic procedente del Basconia, de Basauri. Disfrutó mucho viendo a Piru Gaínza. Admiró a Fidel Uriarte y a Txetxu Rojo, jugando a su lado. Alto, delgado, en forma, Iribar sigue siendo 'El Chopo', símil del árbol que yergue recto hacia el cielo. Su permanencia en la entidad, su simbiosis con ella, es uno de sus grandes legados. Iribar es puro fútbol.
—Aunque en su época existía derecho de retención, ¿tuvo ocasión de estudiar ofertas de otro club que no fuese el Athletic?
—El derecho de retención marcaba mucho, pero sí hubo ofertas. Siendo ya treintañero, en un partido de pretemporada en Mallorca se me acercó el presidente (José Antonio) Eguidazu y me dijo que tenían una oferta del Madrid, que qué me parecía. Le dije: 'Ni lo muevas, yo estoy fenomenal aquí y me gustaría terminar aquí. Creí que lo sabías'. Y seguí jugando hasta los 37 años.
—No fueron esas las únicas ofertas, ¿no?
—Antes de fichar por el Athletic ya tuve tres importantes, del Valencia, el Atlético de Madrid y el Barça. Me quedé en el Athletic porque era mi equipo. Y estaba encantado porque tanto yo como mi aita y como mis tíos éramos muy del Athletic. Para mí fue fantástico firmar por el Athletic y no me he arrepentido, la verdad.
—En ese sentido, ¿el fútbol ha cambiado para mejor o para peor?
—Lo de ahora es lo democrático y lo normal. Lo nuestro era anormal, totalmente anormal. Que si fichas una vez estés en manos de alguien durante toda tu vida, dependiendo de lo que él diga, eso es la dictadura. Lo que sí podría es haber medidas ante este desmadre de dinero. Eso desnaturaliza la Liga. La UEFA se tendría que plantear algo. En cuanto a la libertad, siempre con ella.
—¿Cómo lleva ser un mito toda la vida?
—Lo llevo bien porque voy por todos los sitios con toda la tranquilidad y la naturalidad del mundo. Si alguien me reconoce y me habla, hablo con él sin ningún problema. Además te suelen hablar de cosas agradables. Sigo viajando con el equipo y la gente me conoce, me recibe muy bien y con mucho cariño. Y eso se agradece mucho.
—Desde esa posición, en un mundo tan globalizado, ¿como le explicaría a alguien que no lo conozca, a un asiático o a un norteamericano por ejemplo, que es el Athletic?
—El Athletic es una gran familia. Así, de verdad. Es un club que se vive en cada casa, sobre todo en Bizkaia, pero también en muchos sitios de Euskal Herria. Es segundo equipo de gente de otras muchas ciudades que tiene la diferencia de que compite durante toda su historia, que son ya 120 años, de una manera muy cercana a cuando surgió el fútbol. Y eso le da un valor añadido a lo que hace. Explicándolo así se quedarían un poco sorprendidos, pero yo les diría que vengan aquí y nos conozcan. Es la mejor manera de entender el Athletic y el sentimiento Athletic.
—Recordando su carrera. ¿Quiénes fueron los jugadores del Athletic que más le impactaron siendo sus compañeros?
—Ha habido varios, pero la aparición de Fidel Uriarte y de Txetxu Rojo, tan jóvenes, con tanta presencia en el campo y con tantas virtudes futbolísticas, han sido los que más estando yo en el equipo más me han impresionado.
—¿Y de los que no ha coincidido con ellos?
—Esa gente joven que surge de una manera tan espontánea, como Julen Guerrero o Joseba Etxeberria. Gente que ha nacido para el fútbol y que lo han hecho muy bien desde el primer día. Y de los anteriores a mí, Piru Gainza. Jugando donde jugaba –de extremo izquierda– los goles que metía. Fue capaz de marcar 8 goles al Celta. Increíble. Como le pegaba a la pelota, que olfato de gol tenía y cómo las ponía. Y lo listo que era. Tenía un poco de todo.
—Como portero y referencia de los porteros que es, y más en el Athletic, ¿como ve a Kepa Arrizabalaga y a Iago Herrerín?
—Tenemos dos porteros buenos. Uno, Iago Herrerín, que lo está haciendo muy bien, y luego la irrupción de Kepa, que es una de esas apariciones como Julen, Uriarte o Rojo, que ya de entrada se ganan a la afición y al equipo. Y es muy importante ganarse primero al equipo y al entrenador.
—¿Le gusta que a Kepa le llamen el nuevo Iribar?
—Tiene que ser él mismo y si puede aportar algo más, fenomenal.
—Al respecto, ¿cómo ha vivido el asunto Kepa?
—Lo vives con normalidad. Lo que no quiere decir que no tengas cierta preocupación hasta que él decida. Pero es muy importante que él decida. Siempre decimos aquí que el que quiere quedarse se queda, ha decidido quedarse y estamos encantados.
—Una buena noticia.
—Muy buena noticia, muy buena. En general, yo me alegro muchísimo cuando se renueva a los jugadores.
—Durante la conversación ha salido el nombre de Iker Casillas, ¿le hubiera gustado que hubiera jugado en el Athletic?
—Hombre, Iker es un nombre vasco 100 por cien. Todos los muy buenos son bien acogidos, pero siempre hemos estado contentos con los porteros que hemos tenido.
—¿Le pidió consejo alguna vez?
—No. Por la edad habrá tenido más contacto con Andoni Zubizarreta, otro gran portero que hemos disfrutado nosotros durante cinco años antes de que luego hiciese la gran carrera que hizo en el Barça y en la Selección.
—Estos años el Athletic prácticamente juega todos los años en Europa cuando el fútbol va en un camino muy distinto al que propone el Athletic incluso en la manera de entender el juego. ¿Le sorprende?
—Sorprenderme no, aunque llevamos unos años fantásticos. Pero en los años que llevo aquí ha habido grandes camadas y ritmo e intensidad los hemos tenido siempre. Y creo que debemos seguir teniéndolos porque aquí, aunque buscamos los talentos que hay, estamos limitados y se puede ser eficaz con ese juego.
—Independientemente de su trayectoria, que está ahí y habla por sí sola de su alcance, lo que sorprende es su amor por el juego...
—Jugar es increíblemente bonito y atractivo. A lo que sea, a las canicas también. Desde que el hombre es hombre ... ya hay referencias de Atapuerca de que allí ya le pegaban patadas a algo.
—¿Y por qué el fútbol?
—Es que el fútbol es maravilloso.