El Leganés pierde el blindaje defensivo en el inicio de 2018
En los primeros 18 partidos encajó sólo 15 goles (0,83 de media) y dejó su meta a cero en nueve. En 2018 ha recibido 18 en 13 (1,38 de media) y sólo se quedó a cero en tres.
En el Leganés, el tópico se había convertido en su virtud capital. Los equipos se construyen desde la defensa, afirma el proverbio. Amén. Desde que Asier Garitano lidera su banquillo, los pepineros han hecho de una zaga rocosa una virtud inapelable. Aunque eso significara afear sus partidos. Poco importa. Una portería imbatida es un marcador feliz, venían a reflexionar al sur de la capital. Esa capacidad, sin embargo, se ha deshilachado para los blanquiazules en el arranque de 2018. El Lega defiende peor, con el consecuente bajón en los resultados.
Desde las campanadas del 31 de diciembre, este conjunto histórico (por aquello de haber llegado tan lejos en la Copa del Rey) ha disputado 13 partidos. En sólo tres de ellos logró mantener su meta a cero y dos de ellos fueron consecutivos. Los dos primeros de 2018, para ser exactos, frente al Villarreal (1-0) y Real Sociedad (1-0). El otro duelo sin encajar data del 4 de febrero ante el Getafe en el Coliseum (0-0). Los tres fueron encuentros soporíferos, pero en ellos los de Garitano blindaron su meta para evitar tragedias. No ha ocurrido igual en el resto de encuentros.
En los otros diez partidos, el Lega ha encajado 18 goles, esto es, una media de 1,38 goles recibidos en todo 2018 si extendemos el dato a todo lo que se han disputado en lo que llevamos de año.
En la otra parte de la temporada, desde el primer partido oficial hasta el último de 2017, los datos son muy diferentes. En esta horquilla de 18 encuentros el Leganés no encajó en nueve partidos y recibió un total de 15 goles. Esto es, recibió menos goles (15 tantos encajados) en esos 18 partidos de 2017 que en los apenas 13 disputados en 2018 (18 tantos encajados). La media de ese tramo inicial es de apenas 0,83 goles recibidos por choque.
Tras este bajón hay muchos motivos. Desde el potencial de los conjuntos a los que se ha enfrentado el Leganés en este tramo inicial de 2018 (en Copa ha jugado dobles partidos frente a Villarreal, Real Madrid y Sevilla. Ahí es nada), hasta los problemas que ha sufrido la defensa con las lesiones, pasando por el agotamiento físico y mental tras tanto partido copero. También ha ayudado el cambio de mentalidad en el juego en este comienzo de año. El Lega ha intentado ser más ofensivo y lo ha conseguido con un leve incremento en su acierto rematador, aunque, para ello, ha tenido que sacrificar la estabilidad que le aportaba una zaga antaño (casi) intocable.
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