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ESPANYOL

Gerard heredó el espíritu de ‘Chescu’, un padre goleador

Francisco Moreno fue delantero en el Europa, Prat o Poble Sec. El goleador del Espanyol se impregnó de su espíritu. Gerard le acompañaba en sus últimos años.

Actualizado a
Gerard Moreno.
SALVADOR SAS

Francisco Moreno (1961) es en el mundo del fútbol catalán Chescu. Un delantero goleador, que podía jugar de extremo, y que con su espíritu competitivo hizo carrera en categorías regionales. Pudo dar el salto a Segunda B, cuando se creó la categoría en los 80, pero finalmente no fraguaron las ofertas y siguió en Tercera y en Preferente marcando goles, lo que mejor sabía hacer.

Chescu empezó en 1979 en el Barcelona C, para después dar la vuelta a todo el fútbol barcelonés: Igualada, Europa, Prat y Poble Sec. Un trotamundos en un fútbol catalán que levantaba pasiones cada fin de semana. Un amante del fútbol, que desde los 18 hasta los 34 años completó una carrera extensa para también ganarse unas pesetas, aunque finalmente el trabajo y la familia le hicieron colgar las botas.

Ese espíritu y lucha que él tenía en el campo es lo que reconoce ahora en su hijo Gerard. Cuando el goleador del Espanyol era pequeño iba a ver su padre en los dos últimos equipos en los que jugó: el Sant Ildefons y el Alcalá, un conjunto humilde del barrio barcelonés de la Verneda. Gerard era un niño y empezó a empaparse de la pasión por el fútbol que se respiraba en el vestuario: era uno de los niños en entrar y compartir los momentos previos y posteriores al encuentro del campo del calle Menorca.

Luego, Gerard ya comenzó a demostrar facilidad para jugar a fútbol y empezó a escribir una historia que prosigue ahora en el Espanyol. En su momento, arriesgaron al irse al Badalona. Una decisión consensuada entre padre e hijo.