1X1 del Celta: Maxigol suma y sigue
El doblete del uruguayo lo sitúa con doce goles. Emre Mor le metió una velocidad más a los celestes. Completísimo partido de Hugo Mallo.
Rubén Blanco: Los dos remates a puerta del Espanyol fueron gol, aunque el portero céltico poco pudo hacer ante las definiciones de Leo Baptistao y Gerard Moreno. Estuvo dubitativo en algunas salidas y más preciso de lo habitual en el juego con los pies.
Hugo Mallo: El mejor del Celta. Jugó más de extremo que de lateral y puso en bandeja el primer gol a Maxi Gómez. No se le notaron las molestias que arrastra en el pie derecho.
Sergi Gómez: Falló en los dos goles del Espanyol. En el primero mide mal al ir al corte y en el segundo permite que Gerard Moreno se gire. Se llevó dos ovaciones de la grada por imponer su punta de velocidad ante los atacantes pericos.
Roncaglia: Partido muy cómodo para el central argentino. Resolvió con acierto las pocas acciones de peligro en las que se vio implicado. Bastante seguro con el balón.
Jonny: Atraviesa su momento más alto de confianza desde que empezó el curso. Desbordó más que Pione Sisto por la izquierda. Apenas se tuvo que emplear en defensa.
Lobotka: Otra actuación más que notable del eslovaco. Siempre toca el balón con criterio. Sorprendió por velocidad en una contra en el descuento, pero se quedó sin gasolina al llegar al área.
Radoja: No se encontró cómodo en su rol de centrocampista ofensivo. Se mostró tímido en la combinación e impreciso en varias acciones. Unzué quizás tardó demasiado en sustituirlo.
Wass: Infatigable. Apareció constantemente en ataque y aportó en la recuperación. Alternó su posición con Aspas más que en los últimos partidos.
Pione Sisto: Le puso más actitud que en las últimas semanas, pero no le salieron las cosas. Se empeñó en reivindicarse con acciones individuales tras su suplencia en Mendizorroza. Balaídos le agradeció su esfuerzo cuando Unzué lo cambio.
Maxi Gómez: Es un animal del área. Los dos goles son de puro killer y pudo marcar dos más de no ser por Diego López. Además de brillar como rematador, se vacía en favor del equipo.
Iago Aspas: No pudo marcar las diferencias como en los últimos partidos. El defensivo planteamiento del Espanyol se centró en atarlo en corto. Aun así, dejó una retahíla de buenas jugadas.
Emre Mor (entró por Sisto): Esta vez sí funcionó como revulsivo. Explotó su velocidad en el segundo tanto céltico y puso un buen centro a Maxi.
Hernández (entró por Radoja): En su primera intervención se cayó después de tropezar con el balón y reaccionó cometiendo una falta que le costó la amarilla. Ese fallo no le afectó y en las siguientes acciones puso de manifiesto su jerarquía.
Lucas Boyé (entró por Mallo): En su debut no tuvo tiempo para demostrar nada.
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