Almería: rédito al balón parado
Siete de los once goles anotados desde la llegada de Lucas Alcaraz al equipo rojiblanco han sido por esta faceta del juego.
El pragmatismo de Lucas Alcaraz está sirviendo para que el Almería salga de los puestos de descenso en los que dejó metido Ramis al equipo rojiblanco. Mucha parte de culpa de ello la tienen las jugadas a balón parado. Los guarismos indican que de los once tantos marcados por el cuadro almeriense desde la llegada de Lucas Alcaraz (una decena de partidos), siete se han producido por esta faceta del juego.
Mención especial merece Rubén Alcaraz, el máximo goleador del equipo, con cinco goles. Que un mediocentro sea el más anotador de la plantilla es un dato positivo para él, pero no para los atacantes. Tras sus dos goles desde fuera del área ante el Sevilla Atlético -aún a las ordenes de Ramis- el centrocampista cedido por el Girona se ha destapado como un especialista en los libres directos.
Su tanto en el Nuevo Los Cármenes de poco sirvió, no así el lanzamiento que supuso el 1-0 in extremis ante el Lugo y el 1-2 en el Artés Carrasco este fin de semana. Además, hay que unir el zurdazo, también en un libre directo, de Tino Costa en la cuarta jornada, también ante el Lorca. Nunca antes el Almería había anotado cuatro goles de falta directa a estas alturas de liga.
Aparte de los tres tantos de libre directo de Rubén Alcaraz, en este periodo con Lucas Alcaraz, Morcillo anotó en Granada tras una falta lateral, Verza en un penalti en el Mini Estadi y Motta por partida doble tras sendos saques de esquina ante Tenerife y Córdoba. Excepto el tanto del capitán, los otros seis goles a balón parado con Lucas Alcaraz han supuesto cuatro triunfos y un empate. La estrategia da sus frutos.
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