El exfutbolista español y actual seleccionador sub-23 de Indonesia, Luis Milla, se mostró satisfecho con su andadura al frente del combinado nacional y de exportar la "Marca España" de entrenadores a un país apasionado por el fútbol. El que fuese exjugador del Real Madrid, Barcelona y Valencia indicó en una entrevista con Efe que Indonesia le ha sorprendido para bien por la lealtad y la amabilidad de su gente y destacó la actitud comprometida de sus jugadores. "Lo dan todo, y eso para un entrenador es lo mejor, es lo máximo, sobre todo cuando vas a otro país que tiene otra mentalidad, otras ideas, tienes que entenderles, tienes que adaptarte al país y a su filosofía", dijo el seleccionador durante una concentración en un hotel de Yakarta. Milla comenzó su labor como preparador de Indonesia en febrero del año pasado pero su cometido se centra en el conjunto sub-23 ya que la selección absoluta fue descalificada por la FIFA para disputar competiciones oficiales hasta finales de este año. El máximo organismo del fútbol internacional sancionó así en 2015 lo que consideró como injerencias del Gobierno en el balompié. Un contratiempo que no desanimó al entrenador español, quien vino con el objetivo de competir con la sub-23 en los Juegos del Sudeste Asiático de 2017 -donde se colgó el bronce- y en los Juegos de Asia del próximo agosto. "Ellos entendieron que tenía un bagaje con jugadores jóvenes, la sub-21 en España, que había funcionado bien y que podía ser el entrenador adecuado para jugar estos dos torneos", señala Milla. En los juegos del Sudeste Asiático, celebrados en agosto del año pasado, Indonesia brilló sobre el césped donde se movió "de una forma muy europea, muy española" , aunque perdió en semifinales contra el anfitrión, Malasia, para después colgarse el bronce al imponerse 3-1 a Birmania. Milla asegura que la llegada de un entrenador español crea la expectativa de un determinado método de trabajo y estilo de juego, y una serie de beneficios europeos o españoles como "un equipo creativo, ofensivo y alegre a la hora de jugar". Al igual que otros entrenadores españoles en el extranjero, Milla ha tenido que superar las barreras culturales y de comunicación que restan "un poco de energía y pasión al mensaje" , sin embargo dice haber entrado en una dinámica en la que "todo va más fluido". El archipiélago indonesio es el cuarto país más poblado del mundo -con más de 260 millones de habitantes- y lidera la lista de seguidores del Real Madrid y Barcelona en las redes sociales. Aunque el entrenador español admite que el país asiático tiene que mejorar en la organización a nivel competiciones, cuidar más el fútbol de base y mejorar las instalaciones, mantiene que "hay pasión y ganas de mejorar". A pesar de que el aragonés se siente valorado por los futbolistas y el cuerpo técnico, su contrato termina tras los Juegos de Asia y aún no sabe si renovará. "Los entrenadores somos muy a corto plazo, cada vez más. Ha sido siempre pero yo creo que ahora más, todo el mundo es muy resultadista, todo el mundo piensa en el corto plazo", considera, aunque matiza que en las selecciones hay más margen.