Iturra: "El Málaga no es un enfermo terminal. Queda toda la segunda vuelta"

Esperaba volver a Málaga?

Siempre estuve ilusionado con la posibilidad de poder volver algún día. Lo deseaba. Siempre estaba pendiente del equipo y siguiéndolo en distintas zonas. Estoy feliz y muy contento de estar aquí.

¿En Málaga se vio al mejor Iturra?

Aquí viví el mejor año de mi carrera. No sólo en lo personal, sino en todos los aspectos. Alcancé la plenitud como futbolista y como persona.

Debutó en Liga contra el Espanyol y el público estuvo con usted indulgente.

El público se portó espectacular conmigo. No tengo nada que reprochar. Todo lo contrario. Lamentablemente en ese partido empezamos perdiendo muy pronto, pero el equipo supo sobreponerse al resultado y trató de luchar. No consiguió el premio que merecíamos que era, mínimo, el empate.

¿Le dolió todo lo que se dijo de usted cuando se fue del Málaga?

La verdad la sabemos los que estábamos ahí en la negociación, Mario (Husillos), mi agente (Alejandro Santisteban) y yo. Y la verdad es que ellos, cuando empezaron a decir muchas cosas, creo que no era el momento de salir a hablar porque era seguir dando tema y se iba a convertir en una bola de nieve, que era lo que yo no quería. Pienso poco en ello y trato de enfocarme en esta nueva etapa, que la voy a disfrutar al máximo porque me considero un agradecido a mis 33 años de que se me dé la posibilidad de volver a la Liga.

Lo que decían desde el Málaga era que Iturra prefirió irse al Granada ganando lo mismo o menos que aquí.

Eso no era verdad. Mi intención siempre fue quedarme aquí y por diferentes circunstancias no se pudo. Ya expliqué en mi presentación que no dependía de mí, sino de otras personas, de un fondo que fue el que puso el dinero para que yo pudiera salir de Chile. Se dijeron muchas cosas en su momento y yo no quise salir a explicarlo porque sentía que era ir a apagar el incendio con bencina. Creo que ese momento ya pasó y hay gente que lo podrá entender y otra que no. Contra eso no puedo hacer nada.

Y ahora se le presenta la oportunidad de reconciliarse con la afición y de que la gente vea de verdad quién es Iturra.

Tengo que demostrarlo dentro del campo, ahí es donde debo ganarme el cariño de la gente, haciendo lo que sé hacer y aportando mi granito de arena para que el equipo salga de esta situación.

¿Cómo se ha vivido este cambio de entrenador en el vestuario?

Siempre es duro porque hay cosas que no dependen del entrenador. A pesar de que he compartido muy poco con Míchel, lo único que tengo son palabras de agradecimiento porque estuvo de acuerdo en que yo viniera y me abrió la puerta. Me gustó mucho la forma que tenía de trabajar. Lamentablemente venía arrastrando toda la campaña anterior y no se le habían dado los resultados. Siendo francos hubo partidos donde no se mereció perder. Hemos tenido mala suerte y si los dirigentes han optado por cambiar de entrenador, más que nada es para descomprimir la situación. El entrenador nuevo siempre viene con ideas nuevas y todos los jugadores parten de cero. Viene a descomprimir el ambiente.

¿Qué primera impresión se ha llevado de José González?

Es un tipo muy serio y metódico. No está dejando muchos cabos sueltos. Viene a imponer sus ideas, que las tiene bastante claras. Cosas básicas que pretende en su idea de juego.

El balón parado, clave.

Somos un equipo al que le está costando marcar goles y hay que darle importancia al balón parado porque, a veces, no estás teniendo ocasiones y en un córner o una falta te puedes poner por delante. Eso te viene espectacular.

Si fuese médico, ¿qué diagnóstico daría a la enfermedad del Málaga?

No lo sé. Sería difícil poner un diagnóstico en este momento. Nosotros estamos fuertes y conscientes de la situación que vivimos. Y sabemos que tenemos que sumar de tres en tres para para poder acercarnos a los de más arriba y por el golpe anímico que supondría conseguir tres puntos fuera frente a un rival muy difícil. Pero el Málaga aún no es un enfermo terminal porque queda toda una vuelta todavía. Quedan muchos puntos y a los rivales fuertes los recibimos en casa. La Rosaleda tiene que ser un campo muy difícil para cualquier rival que venga a jugar. Y hay que tratar de buscar puntos fuera.

¿Cómo fue su experiencia en el Necaxa de México?

Muy buena. Es un fútbol muy diferente. Estaba en una ciudad muy tranquila y es un club serio y con buenas instalaciones.

¿Cuando se decidió a venir era consciente del tremendo problema en el que está metido el Málaga?

Si bien es cierto que es crítica, más allá de la situación que tiene el equipo, vine porque siempre quise volver. Y cuando me lo propusieron no dudé en ningún momento. Hubiera vuelto igual. Simplemente quería estar acá.

Ha firmado por temporada y media. ¿Le gustaría retirarse en Málaga?

Tengo contrato un año y medio y pretendo cumplirlo independientemente de la categoría en que esté. Al acabar mi contrato tendría 35 años y ahí tomaré la decisión, pero de momento no se me pasa por la cabeza retirarme. Veremos cómo estoy físicamente, las ganas que tenga…

¿Le echa cuentas a la salvación?

Es muy pronto para agarrar la calculadora y pensar en las matemáticas. Lo que tenemos que hacer es ganar y punto. Hay que ir partido a partido, competir al máximo, ganar los máximos partidos que podamos y sumar puntos como sea. Esa tiene que ser la mentalidad y nuestro objetivo. Pero no sabría decir cuántos puntos necesitaríamos para salvarnos. Nos haría muy mal empezar a sacar la calculadora.

Tal y como está el Málaga a estas alturas, ¿valdría un punto en Ipurua?

Hay que aspirar siempre a lo máximo, a ganar el partido. Si luego no lo puedes ganar y lo empatas, pues al menos sumas un punto. Pero en la situación en la que está el Málaga, lo suyo sería conseguir los tres puntos, teniendo un entrenador nuevo sería muy importante a nivel anímico. Lo cambiaría todo. Pero hay que ser conscientes de que el Eibar está pasando por uno de sus mejores momentos, lleva una racha espectacular y en su campo es un equipo muy difícil.

¿Se ha encontrado muchas diferencias entre este Málaga y el que usted conoció en aquel histórico año de Champions?

Lo cierto es que no. Sigue trabajando la misma gente en el club, se sigue entrenando en el mismo sitio, los periodistas también son los mismos… No ha cambiado mucho. Obviamente, a nivel deportivo ese año fue muy diferente.

El Colocho ya se prepara para ser entrenador

El fútbol es el eje central de la vida profesional de Manuel Iturra, que se confiesa un enamorado del deporte rey. El mediocentro chileno tiene muy claro que enfocará su vida profesional en torno al balón también cuando deje la práctica del fútbol en activo. De hecho, ya ha empezado a labrarse un futuro a medio plazo en los banquillos. “Soy un apasionado del fútbol y me gustaría seguir ligado a este deporte. Ya hice el primer año del curso de entrenador y estoy haciendo las averiguaciones para poder hacer el segundo año”, explicó Iturra. En el futuro se ve en el banquillo, pero aún tiene fútbol en las piernas para seguir compitiendo durante unas cuantas temporadas más.

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