Los seis célticos que tienen una reválida en la segunda vuelta
El turco Emre Mor encabeza un grupo de futbolistas que intentarán cambiar su rol tras una irregular primera parte del campeonato.
Emre Mor. El segundo fichaje más caro en la historia del Celta es por el momento uno de los grandes fiascos del campeonato. Sólo ha sido titular en un partido de LaLiga y en casi todas sus apariciones como revulsivo ha restado más que aportado. Tiene complicado hacerse un hueco en el once por los sensacionales números del tridente titular de ataque, pero el rendimiento del turco tampoco le ha dado motivos a Unzué para plantearse un cambio. Le falta saber rentabilizar su llamativo cambio de ritmo y ayudar en defensa. Si no progresa de aquí al final del curso, habrá que ver qué sucede en verano con esta apuesta de futuro.
Fontàs. Atraviesa su peor momento de juego desde que llegó a Vigo en el 2013. Esta campaña estaba llamado a ser el jefe de la zaga con Unzué por su experiencia para sacar el balón jugado desde atrás. Sin embargo, a día de hoy no goza de la condición titular y el pasado domingo incluso se quedó en la grada del Ciutat de Valencia. Le está costando mucho anticiparse a los delanteros y varios de sus fallos han sido penalizados con goles. Los murmullos de Balaídos no le ayudan.
Roncaglia. El otro central que no ha aportado lo que se esperaba, en este caso por la escasa confianza que le ha demostrado el entrenador. Rindió a un nivel más que aceptable en dos de sus tres titularidades. El argentino es el defensa más contundente de la plantilla, pero no le gusta complicarse con el balón y eso no convence al técnico. Lo tiene difícil para conseguir disfrutar de cierta continuidad. Aunque se planteó salir en este mercado, ha decidido quedarse hasta junio.
Radoja. Necesita recuperar la fe en su juego. La lesión que sufrió en la segunda jornada y las sensacionales actuaciones de Lobotka le han hecho perder la condición de titular que tenía con Berizzo. Se le ha notado dubitativo en sus minutos como recambio. La suplencia lo ha dejado prácticamente sin opciones de ir al Mundial.
Jozabed. No acaba de cuajar en su nueva posición. Si la pasada campaña se metió al público en el bolsillo como mediapunta, esta temporada no está transmitiendo seguridad en el pivote. Unzué lo está alternando con Hernández y ha optado por el andaluz, sobre todo, cuando el Celta se ha enfrentado a equipos que presionan muy arriba.
Hernández. El entrenador se resiste a darle los galones que se merece por su rendimiento. Ha sido de los más destacados cuando ha jugado, pero su filosofía no coincide con la del técnico. Más que el Tucu, la reválida en la segunda vuelta la tiene Unzué. Debe exprimir más a uno de los pilares del equipo.
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