A lo largo de la temporada, el Oviedo de Anquela se ha ido acostumbrando a superar, semana a semana, mas dificultades que las que pone el rival de turno. Las lesiones han sido uno de los enemigos más difíciles de superar en todo el curso. Han afectado a todas las líneas y a pilares del once azul. Ahora, con la enfermería casi vaciada, las bajas llegan por otra razón: la acumulación de amarillas. “Tener bajas es algo que siempre puede ocurrir pero hay que sobreponerse a las ausencias, como levamos haciendo toda la temporada”, asegura Anquela.
La mala suerte ha hecho que las bajas se acumulen en la zona defensiva, una de las más fiables del Oviedo en las últimas semanas de competición. Forlín, Christian Fernández y Mossa vieron ante el Rayo Vallecano la tarjeta amarilla y deben cumplir ciclo ante el Almería. Anquela mantendrá su apuesta por el sistema de tres centrales y dos carrileros que tan buenos resultados le está dando, pero no se fía del rival del sábado. “El partido me parece dificilísimo ante un gran equipo. La clave es la misma que en todo el año: estar a nuestro nivel, porque si no lo logramos la vamos a pagar. Así sucede en esta categoría”, analiza Anquela.
La alerta amarilla no se detiene con los tres sancionados para el choque ante el Almería. Anquela cuenta con otros cuatro futbolistas al borde de la expulsión. Carlos Hernández, Aarón Ñíguez, Folch y Mariga tienen cuatro amonestaciones y si vieran otra se perderían el siguiente choque. La situación es más preocupante si se tiene en cuenta que los azules reciben al Sporting dentro de dos semanas, en el derbi más esperado en la capital del Principado. Pero Anquela insta a mirar al siguiente rival liguero para no perder la buena dinámica de las últimas semanas.
