Keylor se defiende de la 'amenaza Kepa' parando penaltis
En pleno ‘Caso Kepa’, el tico correspondió a la defensa a ultranza de Zidane en la previa de Balaídos: "No necesito otro portero ahora".
Cuando su situación en el Madrid se pone al rojo vivo y está contra las cuerdas, Keylor tiene un remedio: para penaltis. Como el del pasado domingo a Aspas en Balaídos. El costarricense defiende su territorio en pleno Caso Kepa, con el Madrid por un lado haciéndole el reconocimiento médico al portero vasco y Zidane echándole un pulso al club por el otro. Keylor correspondió en Vigo a la firmeza de su entrenador en la previa de Balaídos: “No necesito otro portero ahora”.
Pocas cosas reivindican más a un guardameta que detener una pena máxima. Keylor ya lo vivió en sus propias carnes el 30 de agosto de 2015. Con el Madrid lanzado de cabeza a por De Gea, el tico se ganó al Bernabéu en un partido ante el Betis. Paró el penalti a Rubén Castro con una estirada que levantó al público. “¡Keylor, Keylor, Keylor...!”, fue la respuesta espontánea de Chamartín tras un verano caldeado por el culebrón De Gea.
Pese al clamor popular, el Madrid acabaría traspasándolo al Manchester United al día siguiente. Sólo el caos de redactar contratos, ajustar cláusulas y enviar todo el papeleo al TMS (Transfer Matching System) de la FIFA, un registro que se completó dos minutos fuera de plazo, impidió el trasvase Keylor-De Gea. “Esa noche lloré junto a mi esposa, no quería irme y ojalá no se vuelva a repetir”, confesaría tres semanas después Keylor en El Larguero.
Fue la vez que estuvo más cerca de verse fuera del Madrid, pero Keylor ha desarrollado callo en esta materia. La entidad mantuvo los meses siguientes el contacto con De Gea, propulsada por el deseo del propio Florentino, en deuda ‘moral’ con el guardameta de la Selección. En El Larguero, sólo cuatro días después del fiasco de los faxes (el 4-9-2015), confesó que habían forzado la máquina el último día del mercado “para no dejar tirado” a De Gea y dijo de él que era “el portero ideal para sustituir la figura de Iker Casillas”.
Esta vez no fue un penalti lo que salvó a Keylor. Fue la felicidad de la Undécima y la intervención clave de Sergio Ramos, su gran apoyo en el vestuario. El capitán la trasladó al club tras la final de Milán que era mejor no vender al portero costarricense.
Keylor ganó esa batalla, pero el Madrid ha estado flirteando desde entonces con más porteros. Courtois, Donnarumma, Leno... Hasta que se decidió por Kepa. Un portero que Luis Llopis, el preparador de guardametas del Madrid, conoce de sobra ya que lo subió al primer equipo del Athletic en 2013. Una situación peliaguda, porque Llopis también es una figura crucial en la carrera de Keylor desde su etapa juntos en el Levante...
Keylor se encuentra en medio del tablero y resiste parapetado tras la confianza que le muestra Zidane. El francés atraviesa sus horas más bajas como técnico del Madrid, pero parece dispuesto a sostener el compromiso con su portero titular, que presenta un promedio redondo esta campaña: ha encajado 18 goles en 18 partidos. No sólo afirmó que no necesita “ahora” un portero, para verano, el otro momento en el que Kepa podría recalar en Concha Espina, dejó abierto el suspense. “En junio, si hay cambios, si nos sentamos y hablamos, puede ser que podamos fichar...”. Mientras, Keylor muestra sus uñas como mejor sabe, parando penaltis.
Aspas nunca había fallado un penalti...
La capacidad de Keylor para parar penaltis está fuera de lo común. El que le paró el pasado domingo a Aspas era el primero que fallaba el capitán vigués con el Celta. La estadística lo dice todo: en Liga sólo le han marcado a Keylor nueve de los veinte que le han lanzado (el 45 por ciento). La mejor cifra entre los cien porteros que, a lo largo de la historia de la Liga, han afrontado al menos veinte penaltis. Supera a otro consumado parapenaltis, Diego Alves. Al brasileño le marcaron 25 de 49 (el 51%).
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