Barreiro fulmina al Rayo en el 94'
El Nàstic ya se adelantó a los cuatro minutos y los franjirrojos fueron a contracorriente todo el partido. El Rayo consiguió empatar dos desventajas, erró un penalti y, pese a tener las mejores ocasiones, terminó perdiendo en el último suspiro. Rayo Vallecano - Lugo: Liga 123, ascenso
Esta vez no hubo final feliz para Vallecas, que 118 días después vio caer a su Rayo de forma cruel: en el 94’, cinco minutos después de haber empatado y con el rival contra las cuerdas. Los locales ven truncada así su racha de seis partidos sin perder y ocho ante su público, pero se mantienen en playoff. El Nàstic, por su parte, respira y pone tierra de por medio, cuando el descenso acechaba.
La necesidad agudiza el ingenio y, en el caso de los granas, fue el motor de su asedio en los primeros instantes. Morente asistió a Mesa, que con un derechazo raso y desde la frontal, abrió la lata en el 4’. Una fórmula que trataron de repetir sin fortuna. Quería el Rayo hacerse con el balón y la acción cambió de área. Embarba empató con un tiro cruzado y ajustado al palo que no alcanzó Dimitrievski tras un resbalón. Prácticamente en la siguiente jugada, el meta se redimió repeliendo un trallazo de Embarba, envenenado al botar.
No había tregua. Empapaba la lluvia y caían las ocasiones de uno y otro lado. Barreiro volvió a adelantar a los catalanes al tirarse en plancha y conectar de cabeza un centro de Muñiz desde la derecha, quien acto seguido cometió penalti sobre De Tomás. Ahí, el delantero franjirrojo erró la pena máxima. Y siguió el intercambio de golpes: Barreiro mandó alto el esférico, rozaron la igualada De Tomás y Velázquez... Llegó el descanso a un choque con las pulsaciones disparadas.
Apenas bajaron en la segunda mitad. Uno de los picos más altos se vivió con el testarazo de Baiano, que despejó la zaga visitante y cuyo rechace cazó y mandó fuera Embarba. El extremo era omnipresente en ataque. Los ‘uy’ se sucedían en la grada y la madera evitó, hasta en dos ocasiones, el 2-2 de Trejo. Los locales continuaron con el bombardeo al Nàstic, que sobrevivió en las trincheras. La Franja ponía el peligro, pero el gol se resistía. Y en el último suspiro, el duelo se volvió loco.
Matilla, que debutaba, cometió penalti sobre Trejo y esta vez sí (a la segunda fue la vencida), el Rayo consiguió el empate ya en el 89’. Sin embargo, aún quedaba tiempo y Barreiro cabeceó a la escuadra un centro de Kakabadze para finiquitar el partido en la Zona Cesarini, que en Vallecas ya es sinónimo de infarto.