Llorente marca y el APOEL se despide de Europa

El Tottenham tampoco viró su rumbo ante el APOEL y volvió a conseguir otra victoria en Champions. Cinco triunfos en esta fase de grupos, solo un empate. Sumaron otros tres puntos y eso que ya no se jugaban nada, tenían asegurada la primera plaza. Los chipriotas, en cambio, sí. Llegaban a Wembley con la esperanza de arrebatarles un punto que les permitiese meterse en Europa Leauge.

Las huestes de Pochettino se presentaban con algunos cambios, ocho respecto al equipo que sacó ante la victoria al Real Madrid. Aun así, eran superiores. Los Spurs se encontraron con una pachanga de recreo, donde se enfrentaban a un curso inferior. El contraste de nivel entre ambos combinados era significativo. Más que el campeón de Chipre, les parecieron noveles. Abusaron futbolísticamente de ellos. Los españoles Nauzet y Rueda mantenían las esperanzas del APOEL en las primeras embestidas recibidas. El central español, sobre todo, fue el quebradero de cabeza de Fernando Llorente, titular por cuarta vez esta temporada.

La primera ocasión peligrosa del partido fue un cabezazo del delantero navarro que fue repelido por la defensa del APOEL, al rechace acudió Davinson Sánchez, que cuando estaba a punto de cantar el gol, apareció Rueda para sacar con la cabeza el balón sobre la línea. La asociación Aurier-Llorente se empezaba a divisar desde los primeros compases del partido. El lateral le buscaba en todos los centros, hasta que en el 20' le encontró. El exinternacional español realizó un gran control y giro sobre su propio eje, quitándose la presión de su marcador, y batió sin problemas a Nauzet. Quitadas las ansias del gol mostró su faceta más solidaria intentado asociarse con Son. El coreano caracoleo en la frontal del área, realizó una pared con él y con un derechazo puso el 2-0 en el marcador.

Las ocasiones del APOEL fueron tímidas. Su línea ofensiva no lograba penetrar con éxito en los dominios de Vorm. Solo Poté, que recibió un centro de Aloneftis, el más activo arriba, tuvo la oportunidad más clara, pero se lio a la hora de cabecear. No contribuyó a la causa el árbitro esloveno, que hizo la vista gorda en una falta de Rose sobre Ebecilio en el balcón del área. En el segundo tiempo, los chipriotas mostraron se mostraron más enchufados en el partido, pero sin crear el suficiente peligro como para a intimidar a los de Pochettino. La entrada de Sallai aportó más verticalidad y agresividad al equipo, tanto que en un agarrón a Rose, este le respondió con un cabezazo. El propio Rose acabó con una brecha que le impidió seguir jugando. Entre tanto, la esperanza de los chipriotas por obrar un milagro se evaporó del todo cuando Nkoudou realizó el tercero.

Los de Pochettino dejan la Champions hasta febrero, centrándose en la Premier, donde, tras dos buenas campañas, están viviendo una situación complicada. El APOEL se despide de Europa, por la que ha luchado con uñas y dientes, pero que no ha sido suficiente.