Lunes, manta y 1-0 en familia
La victoria da alas en una semana trascendental, con la vuelta de la Copa del Rey en el recibidor. No se puede tropezar dos veces en la misma piedra...
Un 'déja vu'. Lunes, frío, alguna que otra manta y 11.756 espectadores que presenciaron desde Cornellà-El Prat el pírrico, pero necesario, triunfo del Espanyol ante el Getafe. Un 1-0 a balón parado resume lo que fue un partido entre iguales que se resolvió en una acción de estrategia, donde las fuerzas se equilibran. Fue la primera alegría de los blanquiazules gracias a uno de sus mejores recursos la campaña pasada. Como en el último triunfo ante el Betis, lo que nació en la zurda de Piatti lo culminó la de Gerard, preciso como pocos cerca de portería. Su quinto gol es el décimo del equipo, otro reflejo de la importancia del de Santa Perpetua en el juego y el rendimiento del bloque de Quique.
Horarios. No hay mejores conocedores de lo que es el Espanyol que su propia gente. Antes de empezar el encuentro, la Juvenil mostró una pancarta en la que se leía Black Monday y Grada al 30%. Y lo clavaron, por que ese porcentaje de una capacidad de 40.000 es 12.000. Los lunes sirven para todas las cosas del mundo menos para ir a un estadio de fútbol, aunque bien haría la afición en no cargale las culpas solo a LaLiga. Con un Espanyol mejor colocado, desatado en juego y resultados, la entrada sería mejor. O eso se presume. Ayer más que Cornellà-El Prat, el estadio pareció el Coliseum.
Clonados. Bordalás es discípulo de Quique. Obsesionados ambos con el orden, sus sistemas eran dos moldes de acero, menos flexibles que una pinza. Pero anoche vimos una novedad en el Espanyol que puede tener continuidad y es interesante. Darder-Víctor en mediocampo. Más agresivo el Espanyol en la presión, más inesperado con balón, más acelerado y menos previsible, aunque algo alocado por la situación del encuentro. Con tiempo, puede darle otros recursos al equipo en partidos jugados como local.
En formación. La victoria estabiliza al Espanyol, aunque hay mecanismos que siguen sin funcionar. Si la pareja David López y Hermoso se ha consolidado sin fisuras, la que forman Gerard y Sergio aún está en formación. Ambos son parecidos, se quitan los espacios, aunque los buenos estan condenados a entenderse. Cuestión de tiempo. El encuentro dejó también la intermitencia de Piatti y las buenas sensaciones de Melendo, que entró como un cuchillo con sus conducciones en el corazón de la defensa azulona.
Inflexión. La victoria da alas en una semana trascendental, con la vuelta de la Copa del Rey en el recibidor. Todo lo que no sea pasar será tropezar dos veces con la misma piedra, un mal endémico perico pero que no debería repetirse. El club y la hinchada están tan necesitados de alegrías que cualquiera es valiosa. Aunque sea en otra noche de manta, frío y con 1-0 a balón parado. Eso ya bastaría.