Januzaj, que se ejercita en una de las sesiones de Zubieta, espera brillar ante los canarios.
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Pako Ayestarán se juega su continuidad al frente de la Unión Deportiva Las Palmas, curiosamente, en un lugar en el que apenas aguantó unos días cuando la Real Sociedad estaba en Segunda. No deja ser paradójico. Pero su futuro profesional vuelve a pasar por Anoeta (sigue el partido en directo en As.com). Porque todo lo que sea una derrota contra el equipo txuri-urdin le manda directamente a casa, que está muy cerca de San Sebastián, porque Ayestarán nació en Beasain. Es un ultimátum en toda regla. Su dinámica al frente del banquillo canario es muy complicada de sostener.
El equipo amarillo pasa por el peor momento de las últimas temporadas, con ocho derrotas seguidas que le hacen ser colista por desmerecimiento propio y estar cerca de uno de los peores registros históricos de todos los tiempos en Primera División con 11 derrotas seguidas. La falta de fortaleza mental ha hecho, incluso que Ayestarán haya tenido que recurrir a un psicólogo para desbloquear a sus jugadores, a años luz de la mejor versión que se les conoce. Algo debe inventarse para hacer reaccionar a futbolistas de la talla de Vitolo, Viera, Tana o Calleri, a los que no se les puede haber olvidado jugar a fútbol.
Mal rival. La Real Sociedad, ese equipo del que muchas veces Ayestarán ha reconocido ser aficionado, el club de su provincia, puede ser su verdugo. Seguro que a más de uno en Gipuzkoa le duele que pueda ser así. Pero el fútbol tiene estas cosas. Y Las Palmas llega colista a Anoeta sin haber ganado un solo partido con Pako en el banquillo. Y precisamente la Real no es el mejor rival para reaccionar, aunque al conjunto donostiarra quizá le esté costando encontrar la regularidad.
