El Depor visita mañana al Málaga con la intención de dar un golpe en la lucha por la permanencia y dejar tocado a un rival directo. No será fácil para los coruñeses. Por las urgencias del rival, por los problemas propios a domicilio en las últimas campañas, a pesar de venir de ganar en Las Palmas y, sobre todo, por la mala racha en el campo malacitano.
Porque para recordar al último triunfo del Depor en La Rosaleda hay que irse hasta la época dorada del club blanquiazul. Fue en el año 2003, cuando con Irureta en el banquillo se impuso por 0-2 con un gol de Fernando Sanz en propia puerta y otro de Scaloni. El triunfo le serviría para colocarse líder de LaLiga a falta de seis jornadas para el final, pero acabó tercero al no aguantar el último sprint de Madrid y Real Sociedad.
Han pasado 14 años y el Depor ha vuelto a Málaga en once ocasiones sin cantar victoria de nuevo. Seis empates consecutivos y cuatro derrotas en las últimas cinco visitas completan un mal balance. Una de esas citas supuso la eliminación de la Copa del Rey. El año pasado cayó en el descuento con un gol de Ontiveros (4-3).
