Campo moderno, drama clásico
El Wanda estrena derbi con aire de ‘match-ball’. Simeone fortifica el centro y pondrá a Thomas de mediapunta. Con la vuelta de Carvajal, Zidane tendrá su once tipo menos Keylor.
Un drama mayor abre la cuenta de derbis en el Wanda Metropolitano. La envoltura está a la altura del nuevo estadio: dos vecinos empatados en la tabla, pendientes de un hilo, preguntándose cómo es posible que se vean así en noviembre, con onces casi de gala, con todas las entradas vendidas y tras un parón FIFA, que siempre resulta un tiro al aire. También están apretadas las apuestas (con una ligera ventaja para el Madrid), los duelos entre Simeone y Zidane y el mal momento de los goleadores, Griezmann y Cristiano. Todo contribuye al ‘thriller’.
Para llegar al mismo punto en la tabla, muy alejado del liderato, Madrid y Atlético han recorrido caminos muy diferentes. El Madrid ha marcado seis goles más, pero también ha encajado tres más. Casi dobla a su vecino en disparos a puerta (81-47), le rematan menos (135-97) y le supera ampliamente en posesión (el Atlético estaría en la mitad baja de la tabla en este capítulo) y en pases (6.386-4.715). El cuadro clínico de uno y otro invita a pensar en una tenencia lícita de la pelota por parte del Madrid, un Atlético mejor protegido atrás, un número moderado de goles y un mayor índice de acierto rojiblanco. Pero el alcance del partido relativiza mucho los datos: para el Madrid es ganar o morir en la Liga. Para el Atlético, también, más cuando tiene pie y tres cuartos fuera de la Champions.
Todo ha funcionado peor de lo esperado a uno y otro lado de la ciudad. Cristiano ha marcado un gol en toda LaLiga después de disparar 37 veces. Anda en crisis de acierto (un sonrojante 2%) y de mimos. Griezmann, jugando más, sólo ha metido dos goles mientras, encantado, deja que circule el chismorreo fundado sobre su salida del club. Pero no sólo ellos se han caído del cartel. Kroos y Modric no han pasado de una asistencia en toda LaLiga. Koke sólo suma dos. Benzema sólo ha marcado una vez. Cada equipo sólo ha conseguido un gol de cabeza (sólo al Leganés le ha ido peor) y jugadores como Godín o Varane se han depreciado inesperadamente.
Los recuperados.
Le va mejor al Atlético en salud de la plantilla. Simeone tiene a todos, incluidos Carrasco, que no había vuelto a jugar desde que fuese sustituido, con mala cara, ante el Qarabag; Filipe Luis, ausente ante el Deportivo, y Koke, que faltó en seis partidos, de los que el Atlético empató en cuatro. Pinta que sólo el último será titular en ese centro del campo de combate que prepara Simeone, con Gabi y Saúl de barrera, Correa y Koke en las bandas y Thomas de mediapunta. El ghanés es el pichichi del equipo en la temporada, un dato que refrenda la distorsión en el equipo.
El Madrid lo tiene peor. Keylor y Bale siguen fuera. Kovacic está cerca de volver, pero no parece que llegue a tiempo, y sí estará Carvajal, superada su pericarditis. Su baja ha sido plomo en las alas para el Madrid. Dando por hecho que Modric e Isco se han restablecido, Zidane podrá poner el mismo equipo que goleó al Atlético en el Bernabéu en la pasada Champions (3-0) con el único cambio de Casilla por Keylor.
El Madrid, cuyos jugadores tienen un valor medio superior en 10 millones a los del vecino, perdió a 13 jugadores en el parón FIFA y el Atlético sólo a seis, con lo que el factor fatiga será rojiblanco. Como el factor campo, con sólo 900 madridistas entre casi 68.000 atléticos.
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