El derbi hace brillar a Isco
El curso pasado el malagueño firmó dos grandes actuaciones en los derbis en el Calderón: guió al equipo en el 0-3 de Liga y su gol abortó la posible remontada en Champions.
Isco ya sabe lo que es brillar en el derbi. El malagueño, que llega a este Atlético-Real Madrid con su posición en el once titular reforzada como no lo estuvo nunca antes en el club blanco, ya desarmó a los rojiblancos el curso pasado en dos grandes actuaciones, ambas en el Calderón. Primero, hace justo un año, en el 0-3 de Liga, en el que dirigió al equipo blanco durante una exhibición en la que Cristiano puso los goles e Isco, el fútbol. Zidane le colocó por primera vez en la 2016-17 en su sitio natural, la mediapunta, y el andaluz le devolvió la apuesta con creces.
Meses después, Isco firmó el único gol del Madrid en la derrota por 2-1 en el Calderón, en la vuelta de semifinales de la Champions League. Una derrota que supo a victoria, pues tras el 3-0 de la ida dio el pase al Madrid a la final de Cardiff, que terminaría apuntándose por 1-4. El equipo de Simeone cumplió con lo prometido y fue con todo a por una remontada casi imposible: a los 16 minutos ya ganaba 2-0. El tanto de Isco en el 42’ abortó sus opciones: el malagueño cazó un rechace en el área pequeña, tras el jugadón de Benzema en línea de fondo y el disparo de Kroos, repelido por Oblak. El Atlético, obligado a marcar tres goles más en sólo 45 minutos, bajó los brazos.
Han sido los dos recuerdos más importantes de Isco en el derbi, pero no son los únicos: el malagueño ha jugado 19 desde que llegó al Madrid y aunque sólo logró aquel gol en el Calderón el curso pasado, firmó otras actuaciones notables. Como en la 2013-14, ambas veces como suplente: salió en el derbi de Liga en el Calderón, con el Atlético ganando 2-1, y revitalizó al equipo blanco en el medio, logrando el empate final (que no serviría de nada; los de Simeone terminarían llevándose el título); luego, en Lisboa, entrando al campo junto a Marcelo con media hora por delante y con un gol en contra. Entre ambos, activaron a un Madrid que empujó al Atlético dentro de su área durante 30 minutos. El gol de Ramos valió el empate y en la prórroga el Madrid desató su tormenta (4-1 final).