La segunda unidad de Lopetegui pasa revista en San Petersburgo
No habrá rotación extrema, pero sí oportunidades para Saúl, Vitolo, Nacho, Alberto Moreno... De Gea recupera su papel de titular.
Cumplida en Málaga la misión de los posibles llega la hora de los probables. Doce de los futbolistas que Lopetegui se ha traído a San Petersburgo han disputado menos de quince partidos con la Selección y prácticamente ninguno tiene segura su presencia en el Mundial. Así que buena parte de ellos pasará revista hoy en el estadio Krestovski, levantado en la isla del mismo nombre, inaugurado en abril, sede de cuatro partidos de la Copa de las Confederaciones y en, ese momento, el más costoso del mundo (más de mil millones de euros).
No habrá, en cualquier caso, una rotación radical. Lopetegui ha puesto especial esmero en que España no regale nada, ni siquiera en los amistosos, para sostener esa reputación de invencible que tanto ayuda en las grandes competiciones. No parecieron casuales las sustituciones de Ramos, Piqué, Busquets y Morata en el descanso del duelo ante Costa Rica. Esa columna vertebral repetirá, durante al menos un tiempo, esta noche. Se esperan laterales nuevos, Nacho y Alberto Moreno, y un guiño a Saúl y Vitolo, los más notables de la segunda unidad. Marco Asensio asumirá las funciones de Isco, papel tantas veces repetido en el Madrid. De Gea recupera un puesto que es suyo y quizá debute Suso.
Una Rusia a la baja
Mientras, a Rusia se le acaba el tiempo de presentar un equipo potable en su Mundial. Cherchesov, exportero como Lopetegui, tomó la selección tras el fracaso de la Eurocopa de Francia, en la que cayó en la primera ronda. No le ha ido demasiado bien al técnico: sólo cinco victorias en quince ensayos. Viene de perder con Argentina el sábado y únicamente le ha ganado a Corea en los últimos cinco encuentros.
Sólo dos internacionales juegan fuera de su Liga, los ‘alemanes’ Rausch y Neustädter, nacidos en Rusia y Ucrania, respectivamente, pero educados y criados futbolísticamente en Alemania (el segundo llegó a jugar con la Sub-21 germana). La sequía del fútbol ruso ha obligado a su reclutamiento y al del brasileño Mario Fernandes, que llegó a jugar un partido con la canarinha de Dunga.
La URSS llegó a ganar una Eurocopa y ser subcampeona en otras tres, pero su desmembramiento desencuadernó el fútbol ruso. Desde entonces, sólo puede presumir del bronce en la Eurocopa 2008 (faltó a los Mundiales de 2006 y 2010 y salió por la puerta de atrás en el de 2014) y de dos Copas de la UEFA de sus clubes más representativos: Zenit y CSKA. Y eso que el petrorrublo le dio un buen impulso a la Liga (allí llegaron Hulk, Witsel, Willian o Dani por más de 30 millones) y a la selección (ahí estuvo Capello). Aquel globo pinchó y el del Mundial no pinta mejor.