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Levante

El Levante protagoniza su particular 'Dr. Jekyll y Mr. Hyde'

Los granotas iniciaron la Liga con cinco partidos sin perder y 9 puntos de 15 y ahora suma ya seis sin ganar con solo 3 puntos de los últimos 18.

Valencia
El Levante ha mostrado dos caras muy diferentes en las once primeras jornadas de Liga.
Alberto IranzoDIARIO AS

El Levante está protagonizando su particular versión de 'El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde', donde el mismo equipo, con los mismos protagonistas han mostrado dos caras totalmente diferentes durante estas primeras once jornadas de Liga. Los granotas arrancaron el campeonato con cinco partidos sin perder, sumando 9 puntos de 15. Y ahora suman seis sin ganar, con solo 3 puntos de los últimos 18. Y, sobre todo, con sensaciones muy diferentes.

En las primeras jornadas, sobre todo en los partidos disputados en casa, el Levante se mostró como un equipo alegre, al ataque y dominador de los partidos. Llegó a ser incluso el equipo que más llegadas al área contaba en las dos primeras jornadas que coincidieron con los duelos del Villarreal y el Deportivo en el Ciutat. Además dio la cara en todo un Santiago Bernabéu, rascando un empate, igual que en el derbi ante el Valencia de Marcelino. Y terminó su exitoso ciclo tumbando al entonces líder indiscutible Real Sociedad.

Pero luego tocaba visita al Villamarín. Y tras una primera parte más que aceptable, llegaron cuatro goles en la segunda que parecen haber sido el punto de inflexión en la caída levantinista. Y a partir de ahí no se ha levantado cabeza con dolorosas derrotas en Orriols ante Alavés o Girona y empates ante otros rivales directos como Getafe, Espanyol o Eibar. Este último, desperdiciando una ventaja de 0-2 al descanso en Ipurua.

Cinco partidos y medio (el del Villamarín) que han resultado ser totalmente contradictorios. Éstas son las claves de semejante transformación:

Ansiedad

Mientras que en las cinco primeras jornadas, el equipo se mostraba alegre en su juego y siempre con ganas de ir a por el partido, en las otras seis se le ha visto un equipo más ramplón, metido atrás y con miedo a perder. Así lo ha destacado Muñiz en alguna rueda de prensa reciente afirmando que no se puede tener ese estado de nervios y ansiedad en la jornada 10. Los granotas ahora se muetsran inseguros y en cualquier acción se vienen abajo. El técnico trata de reconducir la situación, trabajando sobre todo el apartado psicológico.

Desconexión

En las últimas jornadas el equipo ha encajado goles y ha perdido puntos, fundamentalmente, por errores puntuales la mayoría. Y es que en Primera División cualquier fallo se paga muy caro y los granotas están probando esa medicina semana tras semana.

Sin fútbol

Otra de las principales diferencias entre las dos caras que se han visto este curso e incluso con respecto a la temporada pasada es cuando el equipo pierde el balón. Le cuesta mucho recuperarlo. Y si a eso le sumas cuando los jugadores clave como Campaña o Bardhi desaparecen provocan un cóctel explosivo que les acaba estallando. El sevillano no termina de encontrar su mejor versión en la máxima categoría. El macedonio, por ahora, solo ha aportado chispazos. Le falta regularidad. Y sin ellos no hay nadie más que pueda llevar la batuta de medio campo hacia arriba.

Endebles

Sin ser de los equipos más goleados, el Levante no está mostrando la solidez defensiva que le debe caracterizar. Empezó bien la pareja de Postigo y Chema pero se ha ido viniendo abajo y tampoco Muñiz les busca/encuentra recambio. Róber Pier juega en cualquier otro sitio menos de central. Y Cabaco, que no estuvo mal en la Copa ante el Girona, no ha debutado en Liga. La realidad es que ahora mismo cualquier balón al área es sinómino de peligro y el susto está en la grada. A los granotas les rematan casi todo y con demasiada facilidad.

Presión

Relacionada con la ansiedad, los jugadores de Muñiz parecen saltar al campo como si se tratase de la última jornada donde se juegan el descenso a vida o muerte. Agarrotados. Con miedo a fallar. Muñiz reconoce que durante la semana el equipo trabaja muy bien pero que cuando llega el día del partido conforme se va acercando el momento crecen los nervios. Así, poco a poco se han ido metiendo ellos solos una presión que no les corresponde. Como en ciertos casos concretos como el de Alex Alegría, por ejemplo, que llegó en teoría para ser el segundo o tercer delantero de la plantilla y se vio de repente con la responsabilidad de que tenía que meter 15 goles esta temporada. La grada, impaciente y hastiada, se ha vuelto en contra en determinados momentos con el equipo.

Sin reacción

Otro de los principales problemas, que también se puede relacionar con alguno de los anteriores, es que quitando las primeras jornadas donde, por ejmplo, contra Deportivo o Valencia se empezó perdiendo y se reaccionó, es que el equipo da la sensación de que cuando le marcan primero ya baja los brazos porque se ve impotente. Le ha pasado con Alavés, Girona, Betis o incluso Eibar, que estuvo a punto de remontarles un 0-2.

Lesiones

Tampoco es muy normal la plaga de lesiones que está afectando a la plantilla granota en este inicio de temporada. Sin ser excusa aplastante, a Muñiz se le han ido trastocando las semanas e incluso los partidos donde ha ido perdiendo gente en el transcurso de los mismos. En el ámbito psicológico tampoco ayuda perder tres jugadores para seis meses.

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