Gerard y “los colores que llevo dentro desde pequeño”
Gerard Moreno, al firmar hasta 2022, se procura media vida en el Espanyol. Llegó con nueve años y, tras su retorno en 2015, rubrica su blindaje hasta que tenga 30.
“Me siento feliz por continuar en casa, en el sitio donde he estado desde pequeño, por seguir defendiendo este escudo y con ganas de seguir aportando cosas”. Con esta enumeración pone en valor Gerard Moreno su ampliación de contrato hasta 2022, lo que de cumplirse le haría pasar media vida en el Espanyol. “Esto me lleva a tener ganas de seguir defendiendo unos colores que llevo dentro desde pequeño”, remachó en ese sentido, en declaraciones a los canales oficiales del club.
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Gerard aterrizó en el Espanyol a los nueve años, procedente de la Damm. A Lluís Planagumà y Carles Casanova les costó convencer a sus padres. Pero pronto hallarían recompensa a su respuesta afirmativa. Con el Alevín A de Albert Villarroya, el de Santa Perpètua conquistó en un año la Liga, el Campeonato de Catalunya, el Torneo de Brunete y el Internacional de Arona (además, ante el Bayer Leverkusen). Eran los tiempos en que hacía de recogepelotas en Montjuïc y buscaba el cálido abrazo de su ídolo y ahora referente: Raúl Tamudo.
Fue a los 15 años, siendo cadete, cuando a falta de oportunidades lo reclutó el Badalona. Estuvo tres años. En el último, en Liga Nacional Juvenil, hizo 41 goles en 34 partidos. Y se lo llevó el Villarreal, donde escaló desde juveniles (con 45 goles) al primer equipo, pasando por el filial y por una cesión en el Mallorca. Hasta 2015, cuando bajo el mandato de Joan Collet volvió a casa. Ahora firma hasta los 30. El ‘heredero’ es ya toda una realidad.
