QATAR 2022 | CROACIA
¿Qué fue de Davor Suker? El ‘cañonero’ croata de Primera
El croata fascinó al público español en el Sevilla primero y en el Real Madrid después, con el que fue campeón de Europa. Fue un hombre clave en el último gran éxito croata.
Davor Suker perteneció a una generación yugoslava que tenía fútbol y talento de sobra en las piernas. Una a la que varias cruentas guerras en los Balcanes separaron para siempre. El croata formaba una generación magnífica con Jarni, Boban, Prosinecki, Mijatovic… Todos fueron capaces de ganar un Mundial juvenil sin perder ni un solo partido hace 30 años dando muestra del potencial de una posible selección yugoslava que el mundo del fútbol prácticamente no pudo disfrutar a nivel absoluto. Su carrera estuvo llena de éxitos y dejó sus mejores años en Sevilla y Madrid donde aún es recordado con cariño.
Davor Suker nació el 1 de enero de 1968 en Osijek, Croacia, cuando esta aún estaba integrada en Yugoslavia. El delantero empezó a jugar al fútbol NK Osijek, el club de su ciudad natal. Con los Bijelo plavi (azules y blancos) se convirtió en uno de los jóvenes con más talento del país. Debutó joven en Primera yugoslava y formó parte del equipo juvenil yugoslavo que fue campeón del mundo en Chile en 1987. Tras quedar máximo goleador de la Liga en su última campaña con el cuadro de Osijek, uno de los grandes, el Dinamo de Zagreb, le fichó.
En Zagreb, duró sólo dos temporadas ya que la guerra de independencia de Croacia y la posterior extensión de esta a Bosnia-Herzegovina le hizo tomar la decisión de dejar el país. Suker tenía varios conjuntos para elegir pero se acabó decantando por el Sevilla.
Estrella de LaLiga
En Sevilla, Suker fue todo un ídolo. El croata debutó en un empate a uno contra el Espanyol fuera de casa, pero su primera actuación en el Sánchez Pizjuán ya fue memorable, consiguiendo un doblete para agarrar un punto (2-2) contra la Real Sociedad. Nervión le vería convertirse en uno de los mejores goleadores de las grandes ligas europeas y es que, después de dos temporadas con unos guarismos más reducidos (6 y 13 goles), en la tercera se destapó como ‘cañonero’ consiguiendo 24 tantos en 33 partidos en Primera. Sólo Romario (30 goles) fue capaz de arrebatarle el trofeo Pichichi.
Tras cinco temporadas magnificas en las que se convirtió en ídolo de la afición, compartió minutos con Diego Armando Maradona o Diego Pablo Simeone y entrar en la élite de los delanteros de Europa, Suker fichó por el Real Madrid en 1996.
El croata estaría tres años en el Bernabéu, dónde también entraría en la nómina de favoritos de la afición y más después de la primera temporada, en la que logró 24 goles en Liga que fueron clave para atar el título para los blancos. El croata quedó como tercer máximo goleador tras Ronaldo Nazario y Alfonso Pérez. El segundo año sería más escaso a nivel de goles (10) pero conseguiría el mayor éxito de su carrera, la Copa de Europa, la Séptima, ansiada y muy celebrada por la afición madridista que rompió una sequía de más de tres décadas sin un entorchado europeo.
En la última temporada, después de realizar un magnífico Mundial en Francia, la participación de Suker en el Madrid bajó notablemente. Disputó sólo 26 partidos entre todas las competiciones en los que hizo 5 goles. A final de temporada, Davor dejó el Bernabéu y se marchó a Highbury aunque el Sevilla peleó porque regresará al Pizjuán.
La Premier, la Bundesliga y punto final
El croata pasó dos años en la Premier League. Una primera temporada con el Arsenal y otra con el West Ham, ambas lejos ya de su mejor nivel. Con los ‘gunners’ sí llegó a superar los 10 goles y estuvo cerca de ganar la Copa de la UEFA del 2000, que acabó perdiendo en los penaltis contra el Galatasaray. Al final de la temporada, cambió el norte de Londres por el este, más concretamente, por el barrio de West Ham, que da nombre al club ‘hammer’. Con el cuadro londinense sólo disputó 11 partidos y al final de temporada, se marchó al 1860 Múnich.
Con el club alemán, disputó dos temporadas en las que dejó algún partido memorable como el doblete contra el Gladbach en el último partido de la primera temporada. El croata dejó sus últimos goles en Múnich y colgó las botas.
Leyenda en la selección croata
Como ya repasábamos en un inicio, Suker formó parte de una gran generación de jugadores yugoslavos que nunca pudieron demostrar juntos todo su potencial, aunque la Croacia que él lideró si fue una de las selecciones más destacadas de la década de los 90, ahora superada por esta quinta dorada que jugará las semifinales del Mundial tras el segundo puesto conquistado en Rusia.
El de Osijek formó parte de la generación que ganó el Mundial juvenil y llegó a ser olímpico con Yugoslavia en Seúl 1988 donde la selección balcánica tuvo una discreta participación quedando eliminada tras la fase de grupos y más, después de ser bronce en Estados Unidos en el 84.
Con Yugoslavia ya disuelta y Croacia conformada como nuevo país, Suker debutó el 22 de diciembre del 90 como nuevo internacional absoluto croata. Con la selección dejó sus partidos más memorables. El delantero fue clave para clasificar a Croacia para su primer gran torneo internacional, la Eurocopa del 96, haciendo 12 goles en 10 partidos en la fase de clasificación. En ese torneo conseguiría tres goles en cuatro partidos incluyendo uno de los más bonitos de siempre, una vaselina sobre el gigantón danés Peter Schmeichel. A pesar de perder en el primer encuentro eliminatorio, estuvo en el equipo ideal del torneo.
Aunque en la Eurocopa de Inglaterra ya mostró un buen nivel, su culmen futbolístico llegaría en el Mundial de Francia 98 consiguiendo un tercer puesto histórico para un país recién formado. Suker fue Bota de Oro del torneo haciendo seis goles en siete partidos y siendo nombrado Balón de Plata del Mundial, siendo el de Oro para Ronaldo Nazario.
En ese torneo, Croacia pasó de la fase de grupos y se cruzó con Rumanía donde Suker dejó un gesto para el recuerdo. El croata se tomó las pulsaciones para comprobar su ritmo cardíaco antes de disparar el penalti por segunda vez. “Quiero saber si antes de lanzar mi ritmo es de 120 pulsaciones” declaró después de anotar y colocar a su selección en cuartos acabando con las esperanzas de la Rumanía de Gica Hagi y Iordanescu. En cuartos, Alemania fue la víctima de los Suker, Jarni y compañía, pero, en semifinales, un doblete de Thuram sirvió para acabar con el sueño croata. El gol de los ajedrezados fue, como no, de Suker. En el partido por el tercer puesto, ganaron a Países Bajos por 2-1 gracias a un gol del Mago de Osijek consiguiendo el que fue el mejor resultado histórico hasta 2018 de la nación balcánica en un Mundial.
Suker se retiró de la selección después del Mundial de Corea y Japón en 2002 en el que apenas disputó una hora de partido. Se retiró con 71 internacionalidades totales, dos con Yugoslavia y 69 con Croacia para quien logró 45 goles en total, siendo el máximo goleador histórico de los Vatreni.
Después de retirarse, Davor Suker fundó una serie de academias de fútbol con su nombre con un cariz solidario y en busca de que el fútbol fuese una vía de progreso en un país afectado por una guerra que duró más de 10 años y está considerada como la más cruenta de Europa ocurrida después de la Segunda Guerra Mundial.
Máximo mandatario del fútbol croata
Años atrás, Davor Suker fue el presidente de la Federación Croata de fútbol. El exdelantero accedió al cargo en 2012 y lo mantuvo tras ser reelegido hasta 2021. Con él en la presidencia, Croacia alcanzó el subcampeonato en Rusia, cayendo en la final ante Francia. Marijan Kustić ha sido su sucesor.