Ferrán Torres: “Creemos y luchamos por el mismo sueño”
Es una de las grandes atracciones del Mundial Sub-17 por sus actuaciones y por el interés en él de clubes como Madrid y Barcelona.
¿Qué se siente al ser finalista del Mundial?
Es un orgullo y un honor. Hay muchos meses de trabajo detrás y jugar una final de un campeonato del mundo es una recompensa a todo ese esfuerzo.
¿Esperaban llegar hasta aquí?
Siempre hemos dicho que debíamos ir paso a paso. Llegamos aquí con el objetivo de ir avanzando rondas y, cuando nos vimos en semifinales, sí que es cierto que ya empiezas a ver que puedes estar en la final.
Se ha convertido en una de las sensaciones del torneo, pero vayamos al inicio de todo… ¿A qué edad empieza a jugar al fútbol?
Desde que aprendí a caminar. A todo lo que había alrededor le pegaba una patada y ya mis padres vieron que tenían que darme un balón.
¿Qué persona le influyó más en su pasión por el fútbol?
Mi abuelo. Siempre estaba pegando pelotazos y jugando con él. Recuerdo que incluso le llegué a romper unas gafas de un balonazo (risas).
¿Destacaba ya desde muy pequeño?
Sobre todo en el patio del colegio. Cuando hacíamos partidos entre amigos se veía que yo hacía cosas que el resto no hacía. Empecé jugando al fútbol sala en el colegio y de ahí vino la oportunidad de irme al Valencia. Llevo en la cantera valencianista desde los seis años.
¿Quién era su ídolo cuando era niño?
¿Qué tipo de jugador es Ferrán Torres?
Soy un futbolista de banda, muy vertical. Creo que la potencia es mi mayor virtud.
Ya desde alevín empieza a destacar e incluso en la Prensa se hablaba de usted. ¿Cómo se asimila?
No era tan fuerte como ahora… Pero gustaba verlo y oírlo siendo un niño. Yo me lo tomé bien, con tranquilidad.
¿Cuándo le convocó España por primera vez?
Fue en la Sub-16, en la primera convocatoria que hubo. Fue de las noticias más importantes de mi vida. Para mí representar a mi país en un Mundial como este es muy bonito. Muchos niños darían lo que fuera por estar aquí.
Ya vivió la alegría de ganar un Europeo… ¿Se imagina cómo sería vencer en un Mundial?
Ganar ese Europeo es uno de los hechos más importantes de mi vida y ojalá ahora ganemos el Mundial. Es un reto para nosotros, se quedaría muy marcado en nuestras vidas. Lo hablamos entre los compañeros. La alegría puede llegar a ser tan grande que ni lo imaginas…
¿Cuántas veces lo ha soñado?
Incontables. Y ahora que estamos más cerca que nunca sueñas y piensas cómo sería… ¡Madre mía!
Para llegar hasta aquí han ido de menos a más durante el torneo.
Los primeros días nos costó adaptarnos por el clima, a otra cultura… Pero ahora que ya estamos totalmente instalados somos nosotros mismos. Llegamos mejor a los minutos finales, aguantamos mejor. Se ha notado mucho.
¿Les ayudó empezar perdiendo contra Brasil para mejorar?
Fue un golpe duro, pero somos un grupo tan unido que nunca dudamos en que nos íbamos a levantar. El secreto de esta Selección es que vamos todos a una, creemos en lo mismo y sabemos que el compañero de al lado lucha por el mismo sueño que tú.
Ya vencieron a Inglaterra en la final del Europeo. ¿Les da más confianza ese hecho?
Inglaterra ha hecho algunos cambios y nunca se sabe. Ha pasado mucho tiempo desde aquel encuentro y ambos equipos hemos mejorado.
¿Qué espera de la final?
Vamos a darlo todo, hasta que no podamos más, para levantar este Mundial.
Más allá de lo futbolístico la India es una experiencia vital…
Conoces una cultura diferente, es bonito. Ves además a gente que no tiene casi nada y aun así es feliz. Eso te ayuda a darte cuenta de muchas cosas.
¿Es consciente de la expectación creada con ustedes en España?
Estamos recibiendo mucho apoyo, se agradece. Pero ahora pensamos sólo en la final. Esperemos que nos sigan apoyando como hasta ahora.
Su nombre está últimamente vinculado al Madrid, al Barça y a otros grandes clubes europeos. ¿Cómo vive esto?
Siempre es un halago, sobre todo porque significa que estoy haciendo las cosas bien. Pero estoy centrado en la Selección.
Ahora es el gran reclamo hasta para los periodistas indios…
Eso queda fuera del campo. Para bien o para mal forma parte del fútbol. Mi familia y mis agentes me ayudan a tener los pies en el suelo, a ser humilde y, sobre todo, a recordar de dónde vengo.