El Valencia no solo va en serio, va a más. Contra el Sevilla logró su quinta victoria consecutiva y sigue invicto tras nueve jornadas. Ello habiendo jugado contra 6 de los 8 primeros de la clasificación. Marcelino, que cumplía su partido 250 en Primera, ha moldeado un equipo que no se siente inferior a nadie y ha recuperado para la causa a una grada de Mestalla que vuelve a divertirse e identificarse con los suyos. Como con Guedes, el Piojo de la era Lim, o con el pundonor de Zaza. Ellos y Santi Mina le dieron la victoria y dejaron a Eduardo Berizzo en una delicada situación. Su Sevilla transmitió poco. Desde luego de lo que últimamente acostumbraba.
Gonzalo Guedes salió de París para enamorar a Mestalla. Y la verdad es que el portugués se está haciendo de querer. Contra el Sevilla dos goles y dos asistencias. Si Zaza recogía en los prolegómenos el galardón de LaLiga como mejor jugador de septiembre, veremos si no lo es Guedes del mes de octubre. Golazos le está poniendo a su nominación. Porque si exquisito fue que le hizo hace una semana al Betis, impactante el que le anotó ayer a Sergio Rico. Velocidad, calidad, imaginación, precisión y potencia. Todo ello derrochó el portugués en los apenas 8 segundos que transcurrieron desde que cogió el balón en carrera en el centro del campo hasta que fusiló a Sergio Rico desde la frontal con su pierna derecha tras dejar sentado a Kjaer y a Pizarro.
De primeras se peleaba por cada metro con pico y pala, un ritmo que hizo que los de Berizzo fueran acusando los viajes por Bilbao y Moscú. Además el Valencia tiene como un interruptor en su mecanismo colectivo que llegados a la media hora de partido lo activa y va ganando terreno como una perforadora hace un túnel. Con Parejo y Soler de maquinistas y Kondogbia de taladro.
El Sevilla vivía, sobrevivía más bien, por la sobriedad de Pizarro y del plus emocional que le daba ir empate. Pero llegó Guedes y de una tacada, en el 42’, hizo lo que hizo, rompiendo al argentino y mandando al limbo la igualada. Para dicha blanquinegra y desquicio hispalense, al poco de comenzar la segunda mitad, Zaza, a quien Mestalla entera despidió puesta en pie, hacía el 2-0, el octavo en su cuenta personal, en su quinto partido consecutivo viendo puerta. El partido parecía ya resuelto. Nada hacía el Sevilla para pensar lo contrario. Y por si acaso se encontraba con un gol y se metía en el partido, Guedes primero cedió a Mina para hacer el 3-0 y puso el broche a su maravilloso día por Mestalla con el 4-0. Goleada ché y veremos qué pasa con Berizzo.