El reto de la Generación Chen
Solo diez de los anteriores 31 jugadores procedentes del filial en Cornellà jugaron más el segundo año. Solamente siete prosiguieron un tercer curso.
Hay frases en el deporte que representan un mantra de tantas veces que se han repetido, pero no por ello pierden su significado. “Lo difícil no es llegar, sino mantenerse” sería un ejemplo que estos días, y después alcanzar algo más de una quinta parte del campeonato, cobra relevancia en el Espanyol. La Generación Chen es la primera hornada de canteranos bajo la presidencia del dueño de Rastar Group en el Espanyol y bajo la batuta de Quique Sánchez Flores en el banquillo. Para todos ellos, este curso es clave. Hasta el momento, solamente Aarón Martín se ha convertido en intocable, disputando todos los minutos del campeonato siempre que ha estado disponible desde que debutara en octubre de 2016. Marc Roca también lo llegó a ser en la primera vuelta de la temporada anterior, pero en la actual su participación ha sido anecdótica, como la de Óscar Melendo o la de Marc Navarro, renqueante por las lesiones y con dura competencia en su lateral.
De la Generación Chen, y pese a los momentos actuales del equipo y de cada jugador, Aarón y Roca pueden presumir de ser dos de los tres jugadores que más partidos jugaron en la temporada de su debut. Solamente les supera Álvaro Vázquez, cuya irrupción el curso 2010-11 se saldó con 30 partidos disputados.
El récord de partidos lo sigue poseyendo Javi López, que acumula 200, mientras que el canterano que menos participó en la era Cornellà-El Prat fue Marc Pedraza, quien apenas le dio tiempo a jugar un minuto en Valencia en la campaña 2009-10.
La situación para los jóvenes canteranos no es sencilla, ya que el pasado verano el cuerpo técnico quiso desprenderse de alguno de ellos ante el exceso de fichas. En ocasiones, como se ha demostrado, salir y tener continuidad es mejor que participar menos en la segunda temporada.