El Basilea conquista Moscú
Los suizos ganaron al CSKA en un duelo clave. Los tantos de Xhaka y Oberlin, en el descuento, dieron la victoria a un Basilea que fue mejor.
El CSKA dio un gran paso atrás en sus aspiraciones europeas, justamente lo contrario que hizo el Basilea tras su meritoria victoria en Moscú. El conjunto ruso llegaba al encuentro igualado en puntos al suizo, ambos con tres tras sus respectivas victorias sobre el Benfica. Estos tres puntos se antojaban claves, al igual que los tres próximos en un partido que se repetirá en dos semanas en tierras suizas.
El encuentro comenzó con muy poco de ambos equipos. Costaba realizar jugadas largas ya que tantos rusos como suizos presionaban la salida de balón de las respectivas defensas. Zuffi tuvo el primer acercamiento para el Basilea con un centro-chut que salvó Akinfeev sobre la línea. El partido subía gradualmente de intensidad hasta que Fernandes hizo una dura falta que, pese a no ser amonestado, provocó la reprimenda del árbitro a ambos conjuntos.
Vitinho tuvo en sus botas la primera aproximación local con un disparo que se marchó por encima de la portería de Vaclick. La primera ocasión clara del encuentro acabó en gol. Xhaka recibió un pase de la defensa en el centro del campo, avanzó metros sin oposición hasta que realizó un potente disparo lejos del alcance de Akinfeev a los 29 minutos de juego. Con este tanto, ya son 42 los encuentros consecutivos que lleva el portero ruso recibiendo gol en Champions League. Once años sin dejar la portería a cero en la máxima competición europea.
Tras el descanso, Goncharenko dio entrada a Natcho en busca de un mayor control del juego, pero los suizos seguían dominando. En el minuto 51, Ajeti anotó el segundo tanto tras aprovechar el rechace de una falta, pero Kuipers anuló el tanto cuando todo el conjunto suizo estaba celebrándolo en la banda. También entró Oberlin en la segunda mitad. A sus 19 años, maravilló en la victoria de su equipo ante el Benfica, y en esta ocasión sirvió para meter una marcha más al partido.
Los rusos buscaron el empate con insistencia, encerrando al Basilea en los minutos finales en su área, pero dejando muchos huecos a la contra. Oberlin, que ingresó al terreno para aprovechar estas contras, falló dos goles prácticamente cantados. A la tercera fue la vencida, y en el minuto 90 ante un CSKA volcado, el joven delantero anotó el gol de la setencia. De esta forma, el CSKA dejó escapar una oportunidad de oro para alzarse al segundo puesto de grupo. En dos semanas, nuevo duelo entre ambos equipos en Suiza para un Basilea que de ganar nuevamente podría firmar gran parte del billete a octavos detrás de un lanzado Manchester United.
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