Con esa intención ha viajado la Real a San Petersburgo, donde jugará en el imponente Estadio Krestovski, un escenario grande para demostrar las verdaderas intenciones que tiene en esta Europa League, porque llegar lejos pasar por asaltar campos como este de Rusia. De hecho, el equipo txuri-urdin se juega la primera plaza del grupo, porque el que gane se colocará con seis puntos como líder en solitario y habrá dado un paso de gigante para estar en dieciseisavos. Hay, por tanto, mucho más en juego en este partido de lo que parece, no lo subestimen a pesar de tratarse solo de una segunda jornada.
Eusebio se ha llevado a los 21 jugadores disponibles de la primera plantilla, además del lateral del filial, Gorosabel. Vela se ha quedado en Donostia por una inoportuna lesión, e Iñigo Martínez todavía no está recuperado. Al menos han vuelto Navas y Llorente, que se jugarán un puesto en el eje de la zaga. Porque Eusebio prepara de nuevo rotaciones. Enfrente, los argentinos Paredes, Kranneviter y Driussi; o Kokorin, en ataque, que son un buen ejemplo del potencial de un Zenit con mucho más presupuesto que la Real.