El Dortmund le hace un set al Gladbach y avisa al Madrid

El Borussia Dortmund llegará al encuentro contra el Real Madrid este martes con una inercia más que positiva: los alemanes son líderes de la Bundesliga, sólo han encajado un gol y ya llevan 19 marcados, después de darse un festín (6-1) ante un Borussia Mönchengladbach muy inferior, que se deshizo en el primer tiempo y apenas pudo dedicarse a capear el temporal. Dos goles de Maximilian Philipp, un ‘hat-trick’ de Aubameyang y un golazo de Weigl certificaron la superioridad de los de Peter Bosz, que además recibirán al Madrid con las urgencias propias de quien perdió en la primera jornada (3-1 en Londres ante el Tottenham) y necesita sumar sus primeros puntos en la Champions.

Bosz preparó un once mixto, con varios titulares, pero reservando también jugadores importantes de cara al Madrid. Jugaron Weigl, Sokratis, Götze o Aubameyang y en el banquillo se quedaron Bartra, Yarmolenko o Kagawa. Le bastó al técnico del Borussia para domar al Gladbach, muy frágil atrás y especialmente quebradizo ante las combinaciones de Philipp, Aubameyang y Pulisic.

Pese al triplete de Aubameyang, merece Philipp el título de hombre del choque: abrió la lata con los dos primeros goles, ambos en apenas diez minutos (28’ y 38’), y luego dejó en bandeja antes del descanso a Aubameyang el 3-0. El gabonés, a favor de obra, hizo el cuarto en el área pequeña, tras rematar él mismo de cabeza al poste, y el quinto, sin apenas ángulo tras un carrerón, con dribbling al portero incluido. Suma ocho tantos en seis partidos y se sitúa cómo máximo goleador del campeonato, superando a Lewandowski, con 7.

Lars Stindl anotó para el Gladbach un tanto de la honra con doble sentido: sirvió como prueba de que su equipo compareció en el Signal Iduna Park y también rompió la imbatibilidad del Dortmund, cuyo casillero propio estaba inmaculado. Y redondeó el festival goleador Weigl, el prometedor mediocentro (en la agenda del Madrid desde hace meses), con un voleón desde la frontal que apuró los espacios de la escuadra derecha del meta rival. En definitiva: exhibición de poderío ofensivo y de dominio (bordeó el 75% de la posesión) del Dortmund, un aviso a los blancos a tres días del choque europeo.