Quique y Sarrià: la nieve del Día de Reyes de 1985
El Espanyol-Valencia quedó 3-2 y fue un show en el césped y en la grada. Los hinchas lanzaron bolas de nieve al grito de "esquiroles" a los visitantes.
Comentó Quique Sánchez Flores en sala de prensa que un recuerdo imborrable en Sarrià fue un partido con el Valencia marcado por una fuerte nevada. De hecho, aquel duelo fue un show, releyendo las crónicas de la época. El Espanyol-Valencia de la temporada 1984-85 se jugó el Día de Reyes, bajo una nevada y un frío intenso, que propició que el estadio blanquiazul no alcanzase ni un tercio de su capacidad. La gente acudió con mantas y Tommy N’Kono, el portero que había visto por primera vez la nieve dos temporadas antes, se atavió con varias capas para no congelarse en la soledad del arco.
Quique fue de los valencianistas más destacados, pero no pudo hacer nada para evitar la derrota de su equipo (3-2). Los goles de Orejuela, Giménez (este muy protestado por los visitantes por una supuesta falta a Quique) y Lauridsen valieron más que los de Cabrera (a centro de Quique) y Ribes.
Pero el encuentro tuvo dos portagonistas. Por un lado, el árbitro aragonés Pes Pérez, que expulsó a Roberto, mejor jugador visitante, y sacó otras ocho amarillas. Su actitud fue "chulesca", "a lo Guruceta", según los textos.
El otro actor principal fue la grada de Sarrià. Quizás para sumarse a la fiesta del alocado partido, empezaron a lanzarle bolas de nieve a los jugadores visitantes, a quienes les recibieron con el grito de "esquiroles". En la primera vuelta, el encuentro estuvo enmarcado en una huelga de futbolistas. Todos los clubes acordaron alinear a jugadores del filial, pero el equipo ché se saltó el convenio. Llegó a jugar ¡García Pitarch! Los pericos cayeron 5-1. Y sus aficionados no lo olvidaron el día que tampoco se borrará en la mente de Quique. Su recuerdo de Sarrià.
