En Mestalla se mira a Zaza y se juega el crédito Míchel
El Málaga llega con su casillero vacío y con sólo un gol (20:00, beIN LaLiga). Ambos equipos harán rotaciones en sus onces.
Por Mestalla, al menos unos cuantos de sus futbolistas y todos sus aficionados, saben por lo que está pasando el Málaga. Ellos también llegaron a la quinta jornada del curso pasado con ‘0 points’. La presión en el bando de los de Míchel es de muy señor mío (sigue en directo el partido en AS.com). Para más inri visitan un estadio en el que como Málaga Club de Fútbol nunca han ganado. A priori el técnico madrileño no se juega el puesto. Fue el líder que hizo despegar al equipo entre marzo y mayo y parece que aún le queda crédito. O debería quedar por ello. Pero si el Valencia de Marcelino cumple con su cometido esta noche y lo hace con holgura, habrá que actualizar cada poco la cuenta de Twitter de Al Thani por si acaso escribe algo.
El Valencia, por su parte, habita bastante más tranquilo con Marcelino. Inclusive demasiado para su carácter. Quizás por ello ‘necesitaba’ generar polémica con la venta de entradas para el derbi de la semana pasada o la última de Simone Zaza, que por un partido que fue suplente la que se ha liado. Ayer Marcelino le quitó hierro al asunto e insistió que su decisión fue exclusivamente táctica y la pareja del italiano, la modelo Chiara Biasi, aclaró que su enigmático mensaje en Instagram no iba dirigido a Marcelino. Ay, ¡redes sociales! Igual sirven para despedir a un entrenador que para montar un lío con otro. El fútbol 2.0.
En el césped, lugar donde aún manda el balón y no un hashtag cualquiera, Marcelino y Míchel tienen un problema con el gol. El Valencia genera pero no define; el Málaga ni una cosa ni otra. Un gol en 4 partidos. Los dos harán rotaciones. Marcelino, mínimo, uno por línea: Gabriel, Guedes y Zaza. Míchel, tras dar buena imagen en el Wanda, dará galones a Rolan y seguirá con Rolón.
Míchel suplió a Marcelino
Marcelino tiene muy presente en su andadura por Mestalla lo que le sucedió en 2012 en el banquillo del Sevilla. Entonces erró en algunas decisiones, como mantener a futbolistas que prefería no tener, cosa que no ha repetido en el Valencia. Curiosamente, a Marcelino lo sustutiyó Míchel, que sí dio con la tecla aquel año en el Sánchez Pizjuán. Dos veces se han enfrentado y siempre ganó Marcelino.
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