Eficaz y sufridor: el Espanyol de siempre
En la cuarta jornada volvió el Espanyol de siempre, el contragolpeador, inteligente, eficaz y sufridor. El que le gusta a Quique, que mezcla la lógica y la pasión.
Los viejos valores. En la cuarta jornada volvió el Espanyol de siempre, el contragolpeador, inteligente, eficaz y sufridor. El que le gusta a Quique, que mezcla la lógica de neutralizar al rival y la pasión de defender los resultados favorables. Así se sacudió a un Celta obcecado por la maraña que colocó el técnico blanquiazul en campo contrario, un ejercicio de presión prácticamente insuperable. El cielo se ve más azulado después de una victoria, la primera de una temporada de incertidumbre.
Grada de lujo. Esa misma incertidumbre es la que mantiene Quique, habituado a agitar las alineaciones y los posicionamientos, siempre a merced del rival. Por eso, Jurado actuó de delantero y Baptistao se quedó en la derecha. Incisivos ambos, protagonistas de una primera parte inmaculada. Dos zurdos, dos latigazos. Gerard y Piatti, en dos recuperaciones de balón ante un Celta tierno en defensa... y en la portería. Seguro que Julen Lopetegui, espectador de lujo, tomó nota del mando de David López, la habilidad de Gerard o la serenidad de un jugador como Aarón o de Pau, aún polluelos.
Defensa sólida. Pero en la granja de Cornellà-El Prat hay otros animales que se comen el césped, como Víctor Sánchez, la sombra de Pione Sisto, vitaminas de testosterona para sus compañeros. O Mario Hermoso, cumplidor, con una buena salida de balón, rápido al corte y fuerte en el juego aéreo. Bueno para jugar a campo abierto, quizás con mucha mejora en espacios reducidos: Aspas le ganó dos veces la espalda. Pero su carta de presentación ha sido mejor que la de Naldo.
Cambio necesario. También mejoró (era difícil no hacerlo con el último partido en el Camp Nou) Darder, a quien solo su posicionamiento del cuerpo cuando recibe el balón (erguido, dominando el espacio, exagerando los gestos técnicos) ya adivina lo que pueda aportar a este Espanyol. Se asoció con Jurado y Gerard, ese paso adelante en las alineaciones con el que el Espanyol jugó mejor por momentos y no se resintió en defensa. Un avance necesario, un punto de partida irrenunciable si este Espanyol quiere evolucionar y encandilar.
La fotografía. La renuncia del club a conservar el dorsal 21 de Dani Jarque, debido al exceso de fichas, vivió ayer su momento más especial. Marc Roca, por fin, debutó para aguantar más el balón, y nadie pudo dejar de imaginar al eterno capitán luciendo aquel dorsal. Con el debut del canterano, solamente queda Sergio Sánchez por debutar (de los jugadores que no están lesionados o en proceso de recuperación).
La afición. Los socios siguen estacandos en 27.000 y la entrada de ayer apenas superó los 15.000. No corren días felices para un Espanyol congelado. También es tarea del equipo jugar como ayer y, poco a poco, entrar en calor.
