El Chelsea y el Arsenal empataron a cero en un partido de esos que podrían borrarse del calendario. Se esperaba mucho pero el resultado final ilustra que la realidad fue muy diferente a lo soñado. El 0-0 hizo justicia a lo acontecido y deja a los Blues a tres puntos del liderato del Manchester City y a los Gunners en la 12º posición de la Premier League.
Fue un empate a todo. Antonio Conte y Arsene Wenger se copiaron hasta el sistema (3-5-2) y los dos equipos se repartieron la posesión y las (pocas) ocasiones casi a partes iguales. Morata se veía demasiado sólo en el ataque Blue durante la primera mitad y apenas tuvo opciones de apretar el gatillo ante un imperial Mustafi. En el otro lado, Lacazette era otro faro solitario. Se echaba de menos la magia de Eden Hazard y Alexis Sánchez mientras sólo se intuía algo de luz por los laterales. Héctor Bellerín puso así en jaque a la zaga Blue con dos buenas internadas por el lado derecho pero ni Welbeck ni Lacazette acertaron en el remate. El Arsenal se sentía entonces ligeramente superior pero fue el Chelsea el que tuvo entonces la primera gran ocasión del partido. Cesc Fábregas dejó a Pedro mano a mano ante Cech pero entre el meta Gunner y Koscielny evitaron el 1-0. El equipo de Wenger se encomendó otra vez a la velocidad de Bellerín y Kolasinac por los laterales para intentar romper el entramado defensivo de Conte. Ramsey, justo antes del descanso, tuvo la oportunidad más clara para hacer el 0-1 tras colarse a trompicones hasta el área de Courtois antes de mandar su disparo al palo. El descanso apenas alteró el guión y Conte y Wenger tuvieron que recurrir a Hazard y Alexis para intentar romper la igualada. El belga y el chileno agitaron el choque en los últimos 20 minutos de partido pero el gol tampoco llegó. A cambio hubo tiempo para la polémica con un gol anulado a Mustafi por fuera de juego y una tarjeta roja a David Luiz por una entrada a Kolasinac ya en el minuto 87. El árbitro acertó sin duda al cancelar el tanto del alemán pero hubo más dudas en la expulsión del brasileño. De una u otra manera, apenas tuvo impacto en el resultado final y sirvió al menos para poner algo de color a un derbi sorprendentemente grisáceo.