Dos antidepresivos para el Madrid: el APOEL y Cristiano
El hexapichichi de la Champions acude en auxilio del equipo. Vuelven Keylor, Varane, Casemiro, Modric e Isco. Asensio, KO.
Cristiano ha metido 90 goles en 88 partidos de Champions con el Madrid, diez de ellos en el zarzal que se extendió entre los cuartos y la final de la pasada edición. Más quince con el United. Así que el equipo celebra hoy el regreso del jugador más influyente de la competición (seis veces máximo goleador), aún pendiente de ponerse al día con la justicia deportiva doméstica. Su vuelta orilla la baja de larga duración de Benzema, el grano de Marco Asensio que le deja fuera del encuentro y los dos empates en la Liga que han afligido al Madrid.
El partido ante el APOEL, acrónimo en griego de Athletic Club de Fútbol de los Griegos de Nicosia, llega horas después de la filtración de las imágenes de la declaración de Cristiano ante la jueza por presunto fraude fiscal, hecho que ha agrandado el malestar del futbolista. Pero, en su larga carrera, Cristiano ha probado suficientemente que marca goles en verano y en invierno, en el Bernabéu y fuera, enfadado y feliz. Más en los estrenos. Once hizo en los partidos inaugurales de la Champions desde que llegó al Madrid, dos hat-trick incluidos (ante Shakhtar y Galatasaray).
Vuelven los titulares
Para rodearle se espera la vuelta de otros cinco titulares, Keylor, Varane, Casemiro, Modric e Isco, suplentes o descartados ante el Levante, y puede parar Kroos. Zidane apunta una novedad en ataque, que no debe ir más allá del papel de Cristiano como nueve.
El APOEL es cabeza de ratón, el equipo más laureado de Chipre pero con muy corto recorrido en Europa, más allá de esos cuartos que alcanzó en 2012. Un sueño interrumpido por el Madrid. Allí juegan futbolistas de catorce nacionalidades y cuatro continentes diferentes, entre ellos los españoles Rueda (Valladolid, Córdoba) y Roberto Lago (Celta, Getafe). Los dirige Donis, el primer griego que pisó la Premier y que tiene un hijo jugando en el Panathinaikos y otro en el Stuttgart. Llegó a mitad de verano tras descartar al Zamalek egipcio y ha metido en la fase de grupos a una plantilla cuyo valor de mercado es el precio de Ceballos (18 millones). Su última víctima fue el Slavia, tomó apuntes del Levante y se ve capacitado para competir en la Liga española. Su motor es poderoso: la ilusión.