Fran Escribá va de comunión y Setién quiere confirmarse
El técnico del Villarreal, muy presionado, busca la paz (20:45, beIN LaLiga). Las lesiones siguen diezmando al equipo de Escribá.
Por fin regresa LaLiga a Vila-real tras la dolorosa petición del Submarino a Tebas de jugar los dos primeros partidos fuera de casa. Las dos derrotas ante el Levante y la Real, mientras el club alicataba el remozado estadio, han disparado las alarmas en el club en torno a Escribá. Si ya renovó entre dudas, ahora el inusual puesto en la tabla (penúltimo) ha obligado a revisar de nuevo las alternativas existentes en cartera. Una de ellas (sin llegar a oficializarse) siempre fue hasta hace bien poco Setién, idóneo por su personalidad y por su estilo. Sin embargo, el cántabro llega hoy liderando a un Betis bipolar, que comenzó el campeonato deprimido (cayó tristemente en el Camp Nou) y que ahora ha disparado la euforia por ganar al Celta con dos buenos zarpazos. Así, los dos entrenadores son, por encima del resto, los nombres propios del partido. Escribá busca la comunión con la grada y Setién la confirmación de su proyecto (sigue el partido en directo en AS.com).
La mala imagen del Villarreal hasta el momento se debe, entre otras cosas, a las numerosas bajas. Ha tenido hasta diez. Para hoy los dos porteros titulares, Marín, Bruno, Soriano y Cheryshev seguirán fuera. Rukavina es el único tocado con el alta y Barbosa, tercer guardameta, dará otra vez un paso al frente a la espera de que Bacca y Bakambu afinen la puntería. Son la esperanza de este Villarreal.
Precisamente de nueves es de lo que no va sobrado este Betis. Mientras Escribá tiene, además, a Sansone y Unal en el banquillo, Setién está obligado a jugarse la temporada con Sergio León (complemento de lujo para otro 9) y Sanabria (tres goles la pasada temporada) como artilleros. El ariete paraguayo jugó algunos minutos contra el Celta y ha viajado a Villarreal sin estar aún al cien por cien tras una operación de pubis a la que se sometió a comienzos de verano.
Lo más fiable del Betis viene por atrás con tres viejos rockeros. Joaquín sigue siendo el líder, además del abuelo del equipo (con 36 años, el Betis quiere negociar con el portuense la renovación), el exmadridista Javi García hace de escudero y Andrés Guardado se ha confirmado en dos ratos como el cerebro. Recién llegado de México, su estado físico podría ser clave esta noche. Para el futuro de Escribá, si juega y vuelve a gustarse, y para los planes de Setién, si descansa y deja a otros que propongan.
Poyet fue destituido tras caer 2-0 en El Madrigal
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