LaLiga retrata las líneas económicas de España
Veintiuna de las 50 provincias no cuentan con equipo en LaLiga. Las que no tienen clubes en la élite no ofrecen un buen PIB.
Los 700 kilómetros de Marbella a Segovia pasaron volando para la plantilla de la Gimnástica. La tercera ronda de la Copa del Rey acerca al equipo a la élite de nuestro fútbol, a la que muchas provincias sólo pueden acceder por televisión. Veintiuna de las 50 que integran España no tienen equipo en LaLiga (ni Santander ni 1|2|3). Un reparto que hace de nuestro territorio una especie de donut en el que el agujero sería Madrid. Un mapa que retrata las líneas económicas de España.
“Hay dos Españas: una urbana y europea, y una España interior y despoblada”, escribe Sergio del Molino en La España vacía: Viaje por un país que nunca fue. No habla de fútbol, sus 292 páginas son un fino ensayo sociológico, pero a vista de pájaro ese paisaje casa con el que ofrece nuestro fútbol. Madrid es la provincia con más equipos en Primera y Segunda, con seis: Real Madrid, Atlético, Getafe, Leganés, Rayo y Alcorcón. Hasta allí llega el clamor por Isco en el España-Italia, el runrún por ese Wanda Metropolitano donde ya crece la hierba, el eco que deja el himno de la Champions... Pero en las provincias que le sirven de cinturón, el fútbol de LaLiga está ausente. Giremos como las agujas del reloj: Segovia, Guadalajara, Cuenca, Toledo y Ávila. Y si abrimos el hula hoop, más de lo mismo. Sólo Soria, con el Numancia, y Valladolid, con el club que lleva su nombre, alivian la sequía de fútbol de élite que sí afecta a Ciudad Real, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora, Palencia y Burgos.
Es un simple mapa, el retrato del deporte rey, pero un dibujo que coincide con el latir económico de nuestro país. Porque, según el Producto Interior Bruto por habitante de 2016 (datos del Instituto Nacional de Estadística), la Comunidad de Madrid lidera el ránking con 32.723 euros por delante del País Vasco (31.805), curiosamente las dos que ostentan el récord de equipos en Primera gracias a Real Madrid, Atlético, Getafe, Leganés, Real Sociedad, Athletic, Eibar y Alavés. Si invertimos el cuadro, vemos a Extremadura (16.369) última o a Castilla-La Mancha (18.591) cuarta por el final.
“Y, sin embargo, la España urbana no se entiende sin la vacía”, apunta Del Molino en su libro. Tiene razón. Porque de ese fútbol que no es portada en la web de la UEFA se nutren muchos grandes clubes. Con jugones del calibre de Saúl (Elche) o Asensio (Baleares), fruto de provincias hoy día sin club en LaLiga; con aficionados de mil y una peñas; con equipos como la Gimnástica con la que abríamos este texto y que animan la Copa del Rey. O el Formentera, Lleida, Calahorra y Logroñés (alegría por partida doble en La Rioja), Elche y Hércules (de nuevo brindis por duplicado en Alicante) y Talavera, todos ellos en horas felices tras lograr clasificarse para la tercera ronda del torneo del KO. Esa es la casa de todos. La España que no está vacía.