La selección de Gales afronta una etapa clave si quiere aspirar a conseguir una plaza para el próximo Mundial de Rusia (sigue el partido en directo en AS.com). Los Dragones, que ocupan la tercera plaza del Grupo D a cuatro puntos de Serbia y de Irlanda, se miden a Austria y a Moldavia en cuestión de cuatro días, y como ya avisó su seleccionador, Chris Coleman, aspira a conseguir 12 puntos en los cuatro encuentros que le restan. Hasta el momento, los galeses llevan una fase irregular: no han perdido en seis partidos que han disputado hasta el momento, pero sólo han ganado uno (el primero ante Moldavia, 4-0). El resto, cinco, han sido empates... y el motivo de su frenazo a sus aspiraciones mundialistas (la única vez que Gales participó en un Mundial de fútbol fue el de Suecia-1958).
Para ello, se aferra a sus recientes resultados en casa: no pierde desde noviembre de 2015 (ante Holanda, 2-3) y se confía en que Bale vuelva a tener una actuación como las que mostró en la pasada Eurocopa. El madridista es plenamente consciente de que las escasas oportunidades que tiene su selección de acudir a Rusia pasan por sus goles y actuaciones. Hasta ahora suma cuatro de los ocho goles que ha marcado su selección en esta fase. Precisamente, él fue protagonista de la última victoria galesa ante Austria: fue en febrero de 2013. Tras recibir un balón en la banda derecha y, evitando estar en fuera de juego, controló y batió al austriaco Almer con un zurdazo.
Históricamente, los austriacos han sido un rival difícil para los galeses: de nueve enfrentamientos, han vencido en cinco ocasiones, mientras que los Dragones sólo ganaron dos... Curiosamente, nunca en Cardiff, lo que añade más morbo al choque. Bale, en su ciudad natal, puede alimentar el sueño.
