Los futuros presidentes de la FEF: Rubiales, Díez, Subies...
Si Ángel María Villar decidiera dimitir hay tres alternativas que podrían ser cuatro para coger su puesto. En caso de llegar a la moción de censura tendría que existir un candidato de consenso.
Una vez que ya sabemos las intenciones de las Federaciones Territoriales y el CSD respecto al futuro más inmediato de la RFEF, debemos situarnos en los dos escenarios posibles para entender quiénes podrían ser los candidatos a sustituir al actual presidente Ángel Maria Villar.
El primero, que pasaría porque el todavía presidente decidiera dimitir. Y en caso de hacerlo antes de la Junta Directiva prevista para los primeros días de septiembre, suena el 6 como fecha de la misma, ese mismo día Juan Luis Larrea podría constituir una Comisión Gestora convocando elecciones a las que podrían presentarse cualquier ciudadano siempre que cuente con el 15 por ciento del apoyo de los 138 miembros que forman actualmente la Asamblea del Futbol español. Pues bien, en este hipotético escenario, solo bajo la premisa de la dimisión de Angel Villar, varios son los candidatos a día de hoy para presentarse .El primero es Luis Rubiales, actual presidente de la AFE, Sindicato de Futbolistas Españoles. Ahora mismo cuenta con un respaldo importante de un número de Federaciones Territoriales pero no llega a ser unánime. En su favor cuenta que al principio emergió como la figura ideal especialmente por su carácter y que podría hacer frente y de escudo para los ataques que pudieran llegar desde fuera contra el estamento federativo. Además, también cuenta con la experiencia que le otorga ser el presidente actual del sindicato de jugadores. Luis Rubiales ya estaría trabajando desde hace un tiempo en qué cosas cambiar o mantener en caso de llegar a este enorme puesto de responsabilidad.
Pero por otro lado, habría varias territoriales que no acaban de verle como futuro presidente e incluso desde el propio seno de la RFEF tampoco acaban de visualizarlo. El motivo no es otro que las dudas o el descontento surgido tras lo que consideran una traición a Ángel Maria Villar, precisamente quien le habría introducido en su momento en todo el entramado federativo dándole un papel de peso tanto en la Junta Directiva de la RFEF como de cara a las Federaciones Territoriales.
Estas dudas dan pie a que surgieran otras vías alternativas. Y aquí nos encontramos con dos presidentes de territoriales. Uno de ellos es Francisco Díez, recientemente nombrado como máximo responsable de la territorial madrileña en lugar del histórico Vicente Temprado. Podría ser una figura de consenso, más siendo la territorial de la capital de España.
La otra vía es el presidente de la Federación Catalana, Andreu Subies. Un candidato que no sólo cuenta con la consideración de las territoriales, también del propio Ángel Maria Villar. Es un dirigente además con experiencia federativa. Lleva ya seis años al frente de la territorial catalana.
Existe otra alternativa que contaría en este caso con el visto bueno de LaLiga. Se trata del presidente de la Federación Gallega, Rafael Louzan. En su favor esta también su relación con el Secretario de Estado para el Deporte, Jose Ramón Lete; dada su coincidencia en cargos de responsabilidad en Galicia. En su contra estaría que está Federación está dentro de las consideradas como rebeldes y contrarias a la gestión de Ángel María Villar junto a la aragonesa o de Baleares. Quien estaba totalmente descartado como futuro presidente, y ahora recupera posiciones, es Juan Luis Larrea, actual presidente en funciones, dirigente que aparece nuevamente como presidenciable. Especialmente por su carácter conciliador con todas las partes. El pasado fin de semana, sin ir más lejos, se reunió con Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional.
La segunda alternativa pasaría por la moción de censura, siempre que Ángel Villar se niegue a dimitir. Llegada esta situación, surgen dos posibles opciones. Si nos amparamos en la Orden ministerial que regula los procesos electorales en las Federaciones Deportivas, la moción de censura se podría realizar una vez pasados seis meses desde el nombramiento de Villar. Llegados a este caso, no sólo necesitaría el apoyo de la tercera parte de los 138 miembros de la actual Asamblea. Además lleva implícito la presentación del candidato lo que obligaría a que todas las partes (territoriales, clubes, árbitros, entrenadores etc..) lograran un candidato de consenso que luego conseguiría la mayoría absoluta en la convocatoria de la Asamblea donde se trate la propia moción. Llegados a este punto, es imposible apostar actualmente por este candidato.
Pero claro surge una duda: ¿y si en lugar de regirse por la Orden ministerial que regula los procesos electorales en las federaciones deportivas, dicha moción se regulase por los actuales estatutos federativos? Porque llegados a este punto la situación sería bien distinta dado que el punto 2 del artículo 27 de los Estatutos federativos recoge dos diferencias importantes respecto a la Orden ministerial. Primero, que la moción de censura no lleva implícito tener que presentar candidato alguno. Solo establece contar con un tercio de la Asamblea y la presentación del DNI de todos aquellos que lo lleven a cabo. Luego esto permitiría que pudieran presentarse, al igual que sucede si Ángel Villar dimitiera, aquella candidatos que quieran optar a la presidencia. No sería obligatorio un candidato de consenso.
Y la segunda diferencia es respecto a la votación. Los Estatutos de la RFEF establecen que el candidato o candidatos necesitarían el respaldo de dos tercios de la Asamblea, es decir 103 asambleístas, quórum muy superior de la mayoría absoluta de 69 miembros que establece la Orden ministerial electoral. Bien es verdad que estas dos cuestiones chocan directamente con el propio reglamento electoral de la RFEF vigente en las últimas elecciones. En su artículo 34.2 sólo exige mayoría absoluta y sí requiere la presentación de un candidato alternativo, tal y como exige la Orden Ministerial. La duda estriba en saber la postura del CSD, como ente tutelar del proceso. Lo normal es que prime siempre la Orden ministerial que regula los procesos electorales de todas las Federaciones Deportivas. Pero esta última situación sería evitable siempre que Ángel María Villar dimita escuchando al fútbol español. Los próximos días van a ser claves en que esto pueda producirse.