Mancini, los argentinos y la nueva estrategia del Zenit
El equipo de San Petersburgo ha iniciado una nueva estrategia en cuanto a incorporaciones que difiere en gran medida a la empleada a inicios de la década.
El Zenit de San Petersburgo se ha convertido en uno de los protagonistas del mercado de fichajes. Después de la contratación de Roberto Mancini como técnico, ha sorprendido la estrategia empleada por el club ruso a la hora de realizar incorporaciones. Emmanuel Mammana, Sebastián Driussi, Leandro Paredes o Matías Kranevitter son algunos de los jugadores que han firmado en el mercado estival los 'sine-belo-golubye' (azul-blanco-azul cielo). Todos los anteriormente citados responden a un mismo patrón: son argentinos y jóvenes, aunque sobradamente preparados.
Roberto Mancini ha manifestado en más de una ocasión su admiración por el futbolista procedente de Argentina. El preparador italiano cree que es un tipo de jugador muy completo y fuerte físicamente, además de ser depurado técnicamente. La adaptación al fútbol ruso después de pasar por un campeonato tan exigente físicamente y de tanto roce como el argentino no parece un problema. Tampoco para Mancini. En cuanto a la aclimatación a la ciudad y al frío, no ha parecido un hándicap en los últimos años. Los casos de Ezequiel Garay o Alejandro 'Chori' Domínguez se saldaron sin problemas y con satisfacción tanto para los hinchas como para los propios jugadores.
La forma de operar del Zenit de San Petersburgo ha cambiado a lo largo de la década. En 2012, el equipo ruso mantuvo una estrategia en la que se realizaron fichajes astronómicos, los más caros de la historia del club, como los de Hulk o Witsel, por 40 millones de euros cada uno. Sin embargo, en esta ventana de fichajes parece claro el cambio de dirección que se ha tomado desde la parcela deportiva del Krestovsky: explotar el mercado argentino en búsqueda de incorporaciones a precio de saldo para, en unos años, darle rendimiento económico con una gran venta.
La depreciación que ha sufrido el rublo en los últimos años ha tenido que ver, desde luego, en este nuevo camino escogido por el Zenit. En los últimos años la moneda rusa se ha debilitado de forma clara, motivado por la caída de los precios del petróleo (algo que afecta también a Gazprom), la devaluación del yuan y las sanciones occidentales que ha sufrido Rusia.
Por ello, la búsqueda de la rentabilidad del fichaje es una constante en San Petersburgo. A la hora de realizar la incorporación, ya se piensa en una futura venta. Además, la mayoría de jugadores que ha incorporado este verano cuentan con doble nacionalidad, lo que les hace todavía más atractivos de cara a un posible traspaso a un club de las grandes ligas del Viejo Contintente.
Konstantin Sarsaniya, flamante director deportivo del Zenit de San Petersburgo y principal ideólogo de esta nueva estrategia del equipo propiedad de Gazprom, comentaba en una entrevista al periódico ruso 'Sport Express' las bases de la misma: "Los jugadores deben suponer una inversión rentable. No buscamos fichar futbolistas con 30 años que no nos puedan devolver el dinero invertido. Valoramos mucho el valor actual y futuro del futbolista. Paredes en un par de años, seguro, valdrá 50 millones (...) ahora, hemos pagado por él una cifra inferior a la del mercado (23M€)".
Mancini y Sarsaniya siguen rastreando el mercado argentino para darle una última pincelada a la plantilla. Nombres como el de Emiliano Rigoni o el de Santiago Ascacibar siguen relacionándose con un equipo más propio de Buenos Aires que de San Petersburgo. Por el momento, los argentinos rinden en el terreno de juego y el Zenit lidera el campeonato ruso. Todo sigue su camino.
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