"Ronaldo va a llorar", el grito de guerra de la afición chilena
Los aficionados chilenos calientan el partido antes de medirse a Portugal. "Si le ganamos dos veces a Messi, ¿por qué no a Cristiano?"San Lorenzo-Lanús
"Ronaldo va a llorar, va a llorar, va a llorar, Ronaldo va a llorar", es el grito de guerra de la afición chile hoy de cara a las semifinales de la Copa Confederaciones ante Portugal.
"No digo que vaya a ser fácil, pero si le ganamos dos veces a Messi, ¿por qué no le vamos a ganar a Cristiano?", aseguró a Efe Gabriel, procedente de San Antonio.
Un nutrido grupo de hinchas de La Roja se congregó hoy en el centro de Kazán, la tercera ciudad de Rusia, para recordarle a la estrella del Real Madrid que la selección chilena no le tiene miedo a nadie.
En cuestión de horas, ese cántico ya lo conocía toda la marea roja chilena y es que el equipo latinoamericano no olvida que derrotó dos veces seguidas a la Argentina de Leo Messi en la final de la Copa América.
"Ya tenemos la experiencia de habernos enfrentado al mejor jugador del mundo en su mejor momento. Y ahora nos toca jugar con el mejor jugador del mundo, que es indudablemente Ronaldo. Tenemos confianza en que lo podemos anular", agregó Paulo, oriundo de Santiago.
Los chilenos son como sus ídolos, sólo saben ir a pecho descubierto y aseguran que su única estrategia es "marcar más goles que Portugal".
"Vamos a salir a atacar desde el primer minuto. Nuestra baza es la presión constante. Tenemos una fe ciega en que vamos a salir campeones. Creemos en Alexis, en Vidal y en Bravo, en todo el equipo", señaló.
Estos chilenos compraron las entradas en noviembre, ya que para ellos la Copa Confederaciones no es un torneo menor, sino la oportunidad de seguir alcanzando la gloria con su generación dorada, y no quieren esperar al Mundial de Rusia 2018.
"No sé si volveremos a tener una generación como esta. Hay que aprovechar. Juegan con el corazón y son ganadores. Se lo debemos a Marcelo Bielsa. Él cambió para siempre la mentalidad del fútbol chileno", señaló Gabriel padre.
Además de la insignia nacional, lleva una bandera mapuche con el objetivo de "reivindicar" que esos indígenas deben tener los mismos derechos que el resto de chilenos.
"Quiero que todo el mundo vea que en el estadio hay mapuches. Los chilenos somos una cosa y los mapuches otra. Deberíamos ser el mismo pueblo", insistió.
Como su hijo, apuesta por una victoria de 3-1 en favor de su equipo con dos goles de Arturo Vidal y uno de Alexis Sánchez.
"Somos bicampeones y nadie nos ha regalado nada", apuntó su hijo, miembro de la banda de Los Letales de San Antonio.
Su amor por los colores es tal que unas horas después de que termine el partido se subirán a un tren para desplazarse a San Petersburgo, donde se disputará la final el 2 de julio, un viaje de 32 horas.
"Yo soy chileno, es un sentimiento, no puedo parar", gritan estos aficionados y le suman el "somos bicampeones", tras lo que entonan el himno desgañitándose.
Los rusos no caben en si de gozo y rodean la terraza en la que se encuentran los hinchas para sacarles fotos, grabarles y hacerse selfies.
Se les suma Francisco, que atrae la atención de chilenos y rusos por igual, ya que lleva una cresta tricolor al estilo de Arturo Vidal y una camiseta del club de la Concepción.
"Arturo Vidal es el mejor. Juega con el corazón. Lo da todo en el campo", comentó a Efe.
Algunos no quieren ni oír hablar de una posible derrota, como Rodrigo, que ha venido con su padre y hermana de Curacaví, ciudad cercana a la capital chilena.
"Tenemos el pergamino de ganar dos Copas de América y venimos con la ilusión intacta de ganar algo aún más grande. Hemos venido a Rusia con toda la ilusión del mundo", apuntó.
Pronostica que contra los portugueses será un "partido apretado" que ganará Chile por la mínima y ya sabe quien quiere como rival en la final.
"A México, claro. Es verdad que es una final peligrosa, ya que les ganamos 7-0 hace no mucho tiempo. Y ellos están muy revanchistas. Pues mejor que juguemos la final y les metemos cuatro goles en vez de siete", comentó.
Hablando de la Tricolor, no lejos de allí un mexicano ataviado con la camiseta nacional jugaba hoy al fútbol como quien no quiere la cosa con un grupo de voluntarios rusos tras haber perdido la oportunidad de viajar a Sochi (mar Negro) para asistir a la semifinal contra Alemania.
Alejandro, el mexicano de 45 años, también quiere una final contra Chile, ya que tiene muchas cuentas pendientes con La Roja.